LA RARA. | Wandanat. ©

Capitulo 21

Se perdió su primera clase juntas y la segunda, Wanda estaba en la clase de Dreykov y ella estaba con Strucker, pero cuando le preguntó a Bruce al respecto, él le informó que no había visto a Wanda. Bruce no parecía demasiado preocupado, pensando que estaba enferma, pero Natasha sabía lo que había ocurrido.

Natasha lo sabía porque había estado caminando a la escuela con ella cuando la abandonó. Trató de no preocuparse demasiado, todavía había luz, no le pasaría nada a Wanda. ¿Verdad?

— ¿Alguien ha visto a Wanda? — Natasha se apresuró a preguntar mientras se acercaba a la mesa del almuerzo. Todos se encogieron de hombros y dieron una variedad de respuestas, pero ninguna era la que estaba buscando.

Por un minuto, pensó en abandonar la clase para encontrarla, pero no estaba exactamente segura de dónde estaba.

Natasha rogaba de que ella ya estuviese en su habitación, a salvo en su casa.

Quizá la había asustado demasiado con sus sentimientos y había huido para no verla por el resto del día. Quizá realmente no le gustaban las chicas, quizá tan solo no le gustaba ella.

Habían demasiadas dudas rondando por su cabeza pero en éste momento solo necesitaba saber que ella estuviese bien.

(...)

— ¿Nat? — La Sra. Maximoff sonrió. A ella le gustaba Natasha mucho más luego de lo que había hecho por su hija. — ¿Estás aquí para ver a Wanda?

Abrió la puerta un poco más y la hizo pasar.

— Sí. —  Natasha jugó con sus manos.—¿Ella se encuentra bien?

— Sólo un poco enferma por el cambio de clima. Llegó a casa justo antes de que me fuera al trabajo. Se veía un poco pálida y mareada, así que dejé que se quedara en casa. Está arriba, en la segunda puerta a la derecha.

Natasha asintió, murmurando un agradecimiento antes de correr escaleras arriba y llamar a la puerta de la derecha.

Pietro fue quien la abrió.

— Hola. — dijo brevemente. — Wanda no está de humor para hablar.

Antes de que pudiera responder, Pietro cerró la puerta. Natasha suspiró, sacando su horquilla de su bolsillo y clavándola en la cerradura. Tanto Pietro como Wanda se sobresaltaron cuando la vieron, y Pietro dejó escapar un suspiro molesto.

— Natasha no te va a dejar en paz hasta que le hables. — dijo Pietro antes de levantarse e irse. Wanda refunfuñó algo sobre 'malos hermanos' antes de mirar su cama.

— Tú no estás enferma. — acusó Natasha, golpeando el pie de Wanda que sobresalía de la cama.

— No, no lo estoy. —  Wanda confirmo. — ¿Entonces por qué estás aquí?

— Sabes por qué estoy aquí.

El ambiente se volvió incómodo y rígido entonces Wanda rompió el silencio.

— ¿Podrías irte? — Wanda finalmente dijo abruptamente.

— Ok, entonces. ¿Eso es todo? ¿No vamos a hablar de eso? ¿Simplemente me ignoraras y volveremos a ser unas desconocidas por el resto de nuestras vidas?

— No hay nada de qué hablar. Obviamente soy el rebote o algo así. — Wanda se cruzó de brazos mirándola de pie frente a su cama.

— ¿Rebote? ¿Qué quieres decir... — Natasha comenzó a hablar antes de ser interrumpida por Pietro, quien entró exactamente en ese momento.

— ¿Están bien por aquí? — él sonrió, pero Wanda parecía como si estuviera agradeciendo mentalmente a Pietro por salvarla.

Natasha puso los ojos en blanco, pero asintió y le hizo un gesto incómodo a Wanda.