Amantes Sunt Amentes

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Mire por la ventana de mi habitación, las gotas de lluvia golpeaban sobre el cristal con fuerza, y las luces en la acera se encendían una tras otra, iluminando parcialmente las húmedas calles que se alcanzaban a vislumbrar, estaba tan inmerso en el paisaje, que no me percate de que mi constante soledad se había
visto interrumpida.
Cómo de costumbre, mamá se había inmiscuido en mi habitación, haciendo caso omiso de aquel viejo letrero amarillo con letras negras que se encontraba colocado sobre mi puerta, dictaba la leyenda "solo se aceptan visitas con cerveza" claro que mamá nunca estuvo de acuerdo con tener ese letrero dentro de su casa.
Sin dar importancia a mi evidente molestia ante la situación, comenzó a sacudir los objetos sobre mi repisa, al ver que no pensaba irse pronto, decidí salir a la calle, la lluvia estaba bajando y aún era temprano, quería estar solo, más solo de lo que ya estaba.
Únicamente había recorrido unas dos cuadras, cuando ví a una chica sentada sobre la acera, vestía unos jeans negros y una chamarra con capucha tapándole los ojos, sobre ella lucian unos audífonos azules, al verla sonreí sin darme cuenta, algo en esa chica me recordaba a mi mismo, así que me senté a su lado, y sin decir nada, le quite uno de los auriculares y lo coloque en mi oído.

      -¿Bad Bunny?- pregunté causando que la chica se levantará de golpe, al parecer no había advertido mi presencia- tú necesitas unas clases de cultura urgentes.
      -Y tu unas de respeto a el espacio personal, menudo susto me has pegado.

Recién termino de hablar, cuando se retiro la capucha del rostro, su cabello era negro y no llegaba mucho más lejos de su hombro, tenía una mirada profunda coronada con unas grandes cejas, y unos gruesos labios pintados de negro, que resaltaban en su pálida piel.
Pensé que estaría molesta, pero al contrario me dirigió una sonrisa.

      -Me caes bien. (dije colocando una mano detrás de mi nuca por los nervios y tendiendo la otra hacía ella) Mucho gusto, soy Josué.
     -Nubia. (Contestó devolviéndome el saludo)
     -¿Y eres de por aquí?, pasa que nunca te había visto
     - Mi abuela vive en aquella casa amarilla de allá, solo estamos de visita por navidad.

Gire la vista y me encontré con una gran casa, de decorado antiguo y un beatle estacionado justo enfrente, la había visto un par de veces antes cuando pasaba por ahí, pero nunca le había prestado mayor importancia.

        -Yo vivo a un par de cuadras de aquí, por si algún día quieres escuchar música de verdad, no dudes en ir.
       -Quizá vaya, después de todo el que va por ahí asustando a chicas indefensas me ha caído bien.

Antes de que me diera cuenta ella se habia apartado de mi lado y se acercaba cada vez más hacia aquella casa amarilla, se volteó hacia a mi y me hizo un gesto de despedida con la mano, yo solo sonreí.

En ese momento no paso por mi mente, que aquella casa amarilla, que tantas veces había pasado por alto, sería el lugar donde pasaría gran parte de mis vacaciones, mucho menos que esa extraña chica, con la que el destino me hizo coincidir, se convertiría en alguien tan especial para mí.

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