Gulf Kanawut ha sufrido de sobrepeso desde que tiene memoria, aún así su vida era perfecta, él podía describirla así, estaba conforme con todo y vivía bien, era feliz...
O al menos fué así hasta el día en que por una emergencia familiar debe viajar...
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A pesar de sentirse realmente cansado, agotado no únicamente física sino mentalmente también, sonrió emocionado porque por fin había aterrizado el avión y justamente ahora caminaba por todo el aeropuerto buscando las gradas eléctricas para bajar en ellas y por fin re-encontrarse con Elena, su esposa.
A quien dolorosamente no había visto desde hace tres meses, sus ojos ardían bastante pues su madre había fallecido una semana atrás y él realmente no se sentía listo para dejarla partir y asimilar la idea de no volverla a ver nunca más.
¿A quien engañamos?. Jamás nadie podría estar preparado para dejar partir a la persona que nos dió la vida , esa única persona que siempre ha sido nuestro refugio cuando todo se nos viene encima, aquel paraguas cuando la vida nos llueve y ese lucero latente cuando todo en nosotros se llena de oscuridad.
— Debes ser fuerte ,hijo — Su madre había dicho en sus últimos momentos — Nadie puede derrumbarte ¿Oíste? . Para mí siempre has sido bello, lo fuiste desde el primer segundo en que te conocí — Por supuesto que su madre sabía de todos los complejos de Gulf debido a su peso.
Pero ella siempre le animó, en aquellos días en los que su corazón se estrujaba por tanto maltrato de sus "amigos" , en aquellos días en los cuales volvía de la escuela con un labio reventado o un ojo morado debido a las golpizas que recibía únicamente por no ser de "un cuerpo normal".
Malditas etiquetas humanas, malditos prejuicios vacíos y sin sentido.
¿Porqué todo tiene que tener requisitos? ¿Porque la humanidad no puede simplemente acoplarse a vivir y a dejar vivir?
Levantó un poco más su cabeza, moviéndola de un lado a otro en busca de un cartel que dijera algo así como:
“Soy la esposa del biscochito bonito”
Elena siempre le había llamado así desde un principio cuando se conocieron en la secundaria. Ella también era de corpulatura ancha y esbelta , aunque un poco menos que él,pero ella había visto en él al hombre perfecto y ambos se habían enamorado sin siquiera darse cuenta.
Elena le había ayudado a dejar de lado sus miedos y un tanto sus inseguridades, a ser valiente para defenderla cuando la atacada por su peso era ella , Gulf había aprendido a ser el hombre y esposo perfecto para Elena.
Aunque desde hace un tiempo sintió como sus inseguridades volvían al darse cuenta como su esposa simplemente le daba la espalda al dormir, ahora lo llamaba Gulf y ya no más biscochito bonito o biscochito dulce , ya no le permitía tocarla y pocas veces le aceptaba un beso.
Aún así no podía creer que ella no hubiese ido al aeropuerto a esperarlo. Llegó al final de las escaleras eléctricas y suspirando en resignación por la ausencia de su esposa, simplemente decidió seguir tirando de su maleta hasta salir y pedir un taxi.
