Bienvenida a Derry // Richie Tozier [✔️]

13

Tn Denbrough

Sentía que el tiempo que llevaba caminando era eterno, incluso podía jurar que estaba caminando en círculos pero no me detuve, estaba decidida a llegar a casa de los Tozier aunque me tomara toda la noche.

Me detuve al ver una casa que juraba estaba cerca de la de Richie, si mi memoria no fallaba estaba cerca lo que me motivo aún más así que giré a la izquierda deseando no estarme equivocando de dirección.

Observé mi brazo que ya había dejado de sangrar y tenía la sangre seca en mi brazo y en mi mano, pero cuando dejó de salir sangre supe que la herida no fue profunda lo que me reconforto.

Me escondí tras un árbol al ver una patrulla policial dar la vuelta y me cubrí la boca con una mano, salí de mi escondite cuando siguió de largo y continué con mi camino.

Algunos minutos después de seguir caminando y de sentir mucho cansancio en las piernas me cubrí la boca y salté de emoción al haber llegado a la casa de los Tozier.

Observé hacia el segundo piso notando la luz de una habitación encendida así que me llene de valor para cruzar la cerca y atravesar el jardín hasta la puerta.

Las manos me temblaban de los nervios porque eran las diez de la noche (según yo) y además había pasado dos meses sin ver a Richie.

Llevé mi mano hasta el timbre y toqué, incluso estando afuera escuché el eco que hizo al ser presionado así que tomé aire jugando con mis dedos nerviosamente, respiré profundo intentando relajarme.

Tragué saliva al ver una sombra del otro lado de la puerta y sacudí la cabeza liberando el aire de mis pulmones, era como si todo se moviera en cámara lenta.

Mis labios se separaron y mis ojos se abrieron de emoción al tener frente a mí a Richie que se veía un poco más alto pero más serio que de costumbre, ni siquiera me había visto aún.

—¿Qué quiere? —preguntó con desgano y humedecí mis labios mentalizandome para hablarle.

—Richie —atiné a decir y él me miró con los ojos abiertos así que sonreí—. Hola.

—Preciosa —habló sonriendo y después me abrazó con fuerza y yo hice lo mismo intentando no mancharlo con la sangre de mi brazo—. ¿Qué... qué haces aquí?

—Quería verte —respondí sin separarme del abrazo solo disfrutando de su cercanía—. Solo quería verte Tozier.

Una de sus manos subió a mi cabeza y sonreí cerrando los ojos, era tan irreal estarlo abrazando ahora, sintiendo sus brazos mantenerme unida a él en ese cálido abrazo que tanta falta me hacía.

Nos separamos un momento y él me miró con una gran sonrisa así que hice lo mismo.

—¿Me puedes ayudar con esto? —le mostré mi brazo y él lo tomó con sus manos de forma delicada—. Pasó algo, te cuento luego.