3.

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Hope:

4 años después.

†††

Todo allí era húmedo, y oscuro, mis pies estaban empapados de lo que esperaba fuera agua. Solo podía mantener mis ojos cerrados, Tenía mucho miedo...

—¡Hope! ¡Hope!.

—Ella no es una Mikaelson, ni ella ni su hija —Gritó un hombre, estaba furioso.

—Klaus, tú no puedes tener hijos, es imposible.

—Fue como una luz en la oscuridad, mi pequeña floresita.

Esas voces me estaban atormentado y aunque fueran comentarios lindos no quería oírlos, me ardía el pecho de solo oír.

Tapé mis oídos y presione las palmas de mis manos contra mis orejas con mucha fuerza.

—Tía Emily —sollozo.

—Ella no puede vivir.

—Lo que tienes allí dentro es un peligro, ¡Un monstruo! —supe que hablaban de mi y mis sollozos y lágrimas aumentaron.

†††

Abrí mis ojos y me senté en la cama, junte mis piernas y las doble para atraer mis rodillas a mi pecho.

Podía escuchar mis latidos y mi garganta estaba muy seca. No podía respirar, cerré mis ojos con fuerza.

No podía continuar teniendo estás pesadillas.

—Hope, baja a desayunar —dijo mi tía desde la cocina.

Me levanté lentamente y me lavé los dientes una vez estuve en el baño. Mi cabello rojo apuntaba a todos lados, era un desastre, incluso tenía ojeras y mi rostro pálido como un papel. Me miré por un rato en el espejo, y la vi; una cabellera castaña y unos ojos castaños, su sonrisa angelical, luego de ello aparecía un feroz lobo, eso me hizo dar una pasó apresurado hacia atrás, y abrí mis ojos con miedo.

—Hope —mi tía tocó la puerta —¿Qué pasa? ¿Estás bien?.

—Si, si, todo bien. Me  voy a duchar antes de bajar —me aclaré mi garganta.

—Oh, está bien, procura darte prisa —asentí y mi tía me dejó a solas de nuevo.

Suspiré y me pasé los dedos por mi enredado cabello, me metí a la ducha y el agua comenzó a caer en mi cuerpo, se sentía fresca, intenté no cerrar mis ojos, no quería ver la oscuridad, no quería tener un feo pensamiento.

Solo era mi imaginación, me repetí durante todo el baño, luego bajé a desayunar.

Tostadas con jalea; mi favorita.

—Llegaremos tarde —mi tía se retoca el maquillaje.

—Puedes ir sola, yo estaré bien —dije intentado que me dejara un poco de privacidad por una vez en la vida.

—Cariño, eso es imposible.

Me sentía prisionera.

Tal vez aquella niña que conocí hace unos años si tenía la razón.

Lizzie...

Todavía recuerdo su nombre, su voz defendiendome, era tan profundo.

Evitar La Muerte [Hope Mikaelson]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora