Encontrarse con amigos siempre es divertido

754 45 17
                                    

Siempre hacían lo mismo, ya era su rutina, y era divertido para ambos, Aomine aveces podía ser una persona muy insoportable, pero también era agradable cuando se lo proponía, el pelirrojo creía que en cierto sentido es un bipolar con todas las letras.

-Hey Bakagami- Aomine chasqueo sus dedos frente a la cara del as de seirin intentando llamar su atención.

-Que quieres Ahomine?- Cuestiono dejando de caminar.

-Te decía que ya casi llegamos, no hay ningún local de comida rápida y muero de hambre- Aomine señalo su estómago en señal de necesitar comida.

-Pues pasemos por un almacén- Kagami comenzó nuevamente a caminar- supongo que hoy cocinare yo.

-Amo vivir en este instante- al moreno le encantaba la forma en la que el pelirrojo cocinaba, aunque el otro casi nunca lo hacia.

-Estas exagerando un poco no?

-No lo creo así.

Luego de comprar lo necesario y una vez ya se encontraban en la casa de Kagami, este abrió la puerta y dejo pasar al moreno, quien se acomodó en el sofá ubicado en el living, mientras el pelirrojo se dirigía a la cocina dispuesto a preparar la cena.

Media hora después ambos se encontraban cenando plácidamente en la cocina, el caucásico se había lucido con la comida. Cuando ambos acabaron satisfechos, el mas bajo recogió los trastes y los lavó, al terminar los seco y los dejo en su respectivo lugar.

-Ya es muy tarde como para que vuelvas a tu casa- Kagami miraba el reloj de la pared.

El moreno también desvió su vista hacia el reloj -Supongo que si-

-Deberías quedarte a dormir.

-Seguro?

-Claro que si idiota, yo voy a dormir en el sillón y tu puedes dormir en mi cama- El moreno quiso protestar- No me jodas y vete a mi cuarto.

Aomine se dirigió hacia el cuarto de Taiga, una vez en el no sabía que hacer, iba a dormir en la cama de su rival? No le quedaba de otra.

Se quito sus prendas para quedar en ropa interior, las doblo y las dejo a un lado de la cama y se metió debajo de las sabanas abrazando la almohada del pelirrojo, esa cama tenia impregnado completamente su aroma.

Aomine no noto cuando un gran bulto creció en su entrepierna, aunque no le importaba, lo molesto es que ese bulto exigía atención.

El moreno comenzó a masajearse a si mismo, pero justo en ese instante estaba tan embobado que no noto la puerta abrirse.

-Ahomine? Que..? -El pelirrojo comenzó a acercarse a la cama, aunque era obvio lo que el moreno estaba haciendo, y soltó una pequeña risa.

-Kagami, esto no es -Sonaba desesperado, pero la acción del as de seirin lo sorprendió; este se había subido sobre el, mas específicamente, sobre su cadera.

El caucásico se inclino sobre el, haciendo que sus caras queden muy cerca, este sonreía -Sabes que he querido esto desde hace mucho tiempo?

Antes de que Aomine pudiese responderle, un beso se apoderó de sus labios, no era un beso apasionado, solo era un pequeño beso en el que solo sus labios se unieron, pero el moreno quería más, así que paso sus manos por la cintura contraria y abrió sus labios para dejar pasar la lengua de Taiga en su boca, este entendió y su lengua se aventuro en la boca del as de Touou, explorando toda la cavidad bucal contraria, recorriendo con sus manos el moreno pecho descubierto y moviendo un poco su cadera. El caucásico llevó sus manos más abajo que el pecho, llegando a los abdominales.

Los besos del as de seirin bajaron hasta el cuello, en el cual mordisqueaba y lamia, como si realmente quisiera devorarlo. El moreno llevo sus manos a la parte baja de la espalda del caucásico y las dejo ahí, sin saber si bajarlas más o dejarlas ahí, sus dudas se resolvieron cuando Kagami movió hacia arriba su cadera, para que las manos que antes se encontraban en su espalda, ahora estuvieran en sus glúteos, los cuales masajeaba levemente.

El caucásico se abrazaba fuertemente al cuerpo contrario, muy concentrado en su tarea de hacerle chupones a Aomine que no se dio cuenta de que una de las manos morenas se dirigía hasta su miembro, hasta que esta comenzó a rozarlo, Taiga jadeo y movió su cadera para que el roze fuera mayor. El as de Touou llevó sus manos hasta el borde de la ropa interior, para retirarla, Kagami hizo lo mismo, y jalaron de las telas al mismo tiempo, para que ambos quedaran completamente desnudos.
Aomine recostó al tigre en la cama y se posiciono sobre el, bajo su cabeza hasta que esta quedo a la altura del miembro del contrario, y con sus ojos azules mirando fijamente al de ojos rojos, comenzó a introducir en su cavidad bucal el glande del miembro del pelirrojo, primero se dedico a lamer con delicadeza la punta, siempre mirando Kagami, pero luego comenzó a meterlo lentamente dentro de su boca, hasta que lo logro, algunas lágrimas se le escaparon, pero ambos sabían que eso era normal, la cabeza de aomine subía y bajaba por todo el miembro del pelirrojo, causando leves jadeos por parte de este, los cuales incitaban al peliazul a mover su cabeza lo mas rápido posible, pero tenia que acostumbrarse, mientras que sus manos se encargaban de jugar con la entrada del as de Seirin, Aomine iba aumentando el ritmo poco a poco, hasta que la habitación se llenó de gemidos y jadeos que el peliazul provocaba y ya dos de sus dedos estaban en el interior del contrario, y la cara de este se encontraba completamente roja, sentía la necesidad de cubrir su rostro, pero estaba hipnotizado, grabando en su mente los movimientos del moreno.

-A-Aomine- Kagami podía sentir como estaba por llegaría su clímax, así que quiso empujar la cabeza ajena para que dejara de lamer, pero el propietario de dicha cabeza se negaba a parar lo que estaba haciendo -Pa-Para idiota- Hecho su cabeza hacia atrás mientras intentaba que Aomine parara, pero cuando no lo logro, no le quedo mas que correrse dentro de la boba del moreno, este, para sorpresa del pelirrojo, se tragó todo ese líquido -Te dije que pares- Le dijo con su respiración agitada, y sus mejillas sonrojadas, evitando el contacto visual -Tonto- El as de Touou solo lo miro sonriendo y le dio un rápido beso en los labios, con el cual el sonrojo de Kagami aumento, gracias a que sintió un sabor algo salado en los labios de Aomine.

En la cara de Aomine se dibujaba una sonrisa -Quien diría que podías ser así de lindo?- Una risa por parte de ambos resonó por toda la habitación.

Uno Vs UnoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora