-Y así nos despedimos de ustedes...- al pie de un atrio en el gimnasio de la escuela, el director de la secundaria se despedia de sus alumnos -¡Jóvenes! Ustedes son el futuro, desplieguen sus alas y vuelen, tan alto y tan lejos como sus corazones puedan- entre abrazos, llanto y palabras de aliento, un pelinegro veía con cansancio el discurso del director.
-Si que es molesto... ¿No lo crees Hito-kun?- al lado de este, un rubio con paleta llegó a sentarse.
-¿Donde están Hanamada y Rumika, Yu-kun?- ambos chicos eran muy conocidos, no solo en su escuela; tanto en la cuidad como en la prefectura eran los más famosos.
-¡Yukio-san, Hito-san!- llegando al lado de este par, un castaño de cabello rizado sonrió -Me estaba despidiendo de las chicas, ya saben...- excusando su ausencia, este chico guiño un ojo -Ya deberían saberlo... ¡Somos irresistibles!- recibiendo una patada en la espalda, salió volando.
-¡¡Cierra la boca, idiota extravagante!!- reemplazando al castaño, una chica de cabellos azul marino, sonrió -Lamento llegar tarde, ya saben, ¡estar en otro salón es molesto!- siendo empujada por el castaño, está se levantó furiosa y comenzó a recriminarlo -¿¡Quien carajos te crees Hanamada!?- tomándolo por los hombros lo comenzó a sacudir.
-¡¡Tú fuiste la primera en golpearme Rumika!!- tomando el cuello de la camisa de la peliazul, el llamado Hanamada la encaró.
-¡Itami-kun!- el grito de una de las tantas mujeres ahí presentes, fue la campana para que el chico dejara a la chica en paz.
-Si que ama a las mujeres, eh...- sacando la paleta casi terminada de su boca, el rubio abrió una más -¿Podemos ir a tu casa?- preguntando al pelinegro, este último nego con la cabeza.
-Papá nos dará una noticia muy importante...- mirando el techo, hizo una mueca -¿Ya lo habíamos decido no?- recibiendo un asentimiento, los cuatro chicos juntaron sus puños.
•••
-¿¡¡¡TOKYO!!!?- aún sin asimilar la noticia, una chica pelinegra y de ojos grandes grito.
-Asi es linda, a tu padre le ofrecieron una plaza en su trabajo en la capital- tratando de calmar a la chica, su madre excuso a su padre.
-¡¡P-pero aquí está mi vida!! ¡Mis amigos, mi escuela, mis sueños!- viendo directamente al mayor involucrado, este simplemente agachó la cabeza, escudándose tras su comida.
-Entiendelo Hitomi; nuestro padre nos dará la oportunidad de comenzar otra vez, ¿cuál es el problema?- tratando de hacerla entrar en razón, el más joven de los masculinos dió su argumento.
-¡No me parece justo! ¡Tu puedes empezar otra vez! ¡Yo prácticamente perdí todo aquí!- dejando la mesa, la llamada Hitomi fue a su habitación.
-¿Es duro lidiar con ella cierto?- hablando por primera vez desde que dió la noticia, el hombre recibió las miradas heladas de sus familiares.
-Ella tiene razón, todo aquello que construyó se cae a pedazos...- terminando su cena, el chico se levantó de la mesa.
-¿Que hay de ti hijo? ¿No te sientes mal por dejar las cosas aquí?- recibiendo una sonrisa como respuesta, el hombre suspiro -Nos iremos mañana por la mañana, avísale a Hitomi-chan... Hitohito- terminando su cena, los adultos reanudaron su plática, antes de los reclamos de la adolescente.
•••
-¡Nos veremos pronto Hitomi-chan!- siendo abrazada por todos sus amigos y compañeros de clase y escuela, Hitomi lloraba de forma cómica.
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Corazón Pandillero (Komi-san wa Komishou desu x Tokyo Revengers)
Fiksi PenggemarTadano Hitohito, líder de una pandilla en Kyoto, termina su vida de secundaria y debe mudarse con sus padres, hermana y amigos a Tokyo. Sin imaginar todo lo que viene a su vida, el llamado "Ryuu no e" deberá lidiar con una guerra entre pandillas y l...