Samu's POV
Con el paso de los días, empezamos a encontrar momentos para vernos más seguido. Ya era una costumbre comer pizza en las noches saliendo de la uni, aunque X no era mucho de comer grasa tan tarde, pero sabía que prefería ello a decirle que me tenía que ir a casa.
Salíamos mucho en las noches y teníamos conversaciones cada vez más profundas, antes de tener que ir cada uno por su lado a casa. No nos besábamos tanto como hubiera pensado al inicio, porque realmente nuestras conversaciones nos enganchaban tanto que no pasábamos todo el tiempo queriendo comernos el rostro. Era divertido encontrar a alguien tan distinto y con quien pudieras congeniar tan bien.
X casi siempre hablaba de cosas que no entendía para nada, hasta que las explicaba con detenimiento. Él sabía que la ciencia no me interesaba para nada, pero verlo explicando cosas con tanta pasión me parecía increíble. Su rostro brillaba cuando contaba cosas que para mí eran completamente nuevas y yo luego le contaba lo que me pasaba en clases porque, a diferencia de X, mis amigos eran muy entretenidos.
En la escuela no nos juntábamos mucho, aunque nos seguíamos viendo en los pasillos. Los exámenes de cambio de carrera se acercaban y casi pasaba todo el tiempo estudiando de más con Leyla, por lo que no me había dado mucho tiempo de ir al laboratorio a ver al chico azul que distraía continuamente mis pensamientos.
A pesar de ello, un día Leyla fue a ver a Dennis porque hizo una fiesta de cumpleaños a su novio Evan y la había invitado. Entonces, aproveché esa tarde sin estudio para pasar por el laboratorio. Felizmente, Xavier estaba allí. Y, a penas me vio, sonrió y me hizo un gesto para que pase.
El lugar me recordaba al día del evento lunar y eso solo me daba más ganas de estar con X. Cerré la puerta detrás mío y dejé mi mochila en una mesa cercana. Me acerqué a X por detrás, ya que estaba sentado al frente de una mesa. En realidad, al frente del microscopio que estaba encima de esta, pero que ya no estaba viendo porque su mirada ahora estaba conectada con la mía. Se levantó y me abrazó por la cadera, lo cual me sorprendió porque antes no me había abrazado nunca así. Le devolví y el abrazo.
-Hola - dije mientras nos separábamos
-Hola - me dijo riendo un poco y con una mirada cansada pero muy tierna. No podría creer que él era el chico al que había visto en este laboratorio la primera vez. No sabía si era por mí, pero su aspecto frío había cambiado. Se le veía mucho más cómodo y relajado a mi lado. Era más cariñoso de lo que pensé que podría ser.
—.—.—
Estábamos en el laboratorio y Xavier no paraba de mostrarme todo. Sabía que era algo muy importante para él y que enseñarme esto era como enseñarme quién era. Así que, aunque no entendía nada de lo que veía me centraba en el brillo de sus ojos y asentía cada vez que me preguntaba si algo me parecía interesante.
Luego de ver por un microscopio algo aparentemente marrón, voltee a ver a Xavier que me ofrecía una taza de café. Había un sofá marrón en la parte de al fondo que no se veía desde afuera porque estaba contra la pared y esa zona era muy oscura porque la tapaban las cajas de útiles que faltaban ser abiertas. Entonces, fuimos a sentarnos allí mientras terminaba el café. Charlamos un poco de cosas sin sentido.
-Oye, qué hiciste con mi gorro, ¿verdad? -dijo Xavier sonriendo
-Por qué, ¿lo quieres de vuelta? -respondió Sam recordando cómo se lo había quitado hace unas noches antes de irse a donde Leyla.
-No, pero me encantaría que te lo pusieras. -dijo sonriendo y mirando hacia el otro lado.Me puse rojo con el comentario y aproveché que Xavier estaba volteado hacia otro lado para darle un beso en el cuello en uno de los lunares que tenía más descubierto. X volteó sorprendido, pero también, se notaba, con ganas de devolverme ese beso. Pero en vez de eso, me quitó la taza de las manos para dejarla encima de una de las cajas.
Me sorprendí porque no sabía si estaba siendo encantador y me reí porque casi se tropieza al regresar al sofá, por lo que paré su caída. Una de sus manos quedó en una de mis piernas sobre mi rodilla y otra en el sofá un poco detrás de mí.
Por la caída me había empujado un poco hacia abajo así que prácticamente estaba sobre mí. Ya no estábamos riendo. Nos estábamos solo viendo y nuestra respiración se escuchaba. Entonces se acercó a besarme. No había probado sus labios desde la última noche en la terraza de la pizzería. Ese día había una luna enorme, casi igual que la del evento lunar y recordar eso me llevó mentalmente al momento en que nos besamos bajo el árbol. Me empecé a prender.Xavier estaba completamente sobre mí ahora y nuestras lenguas parecían no tener más rincón por allí. Estábamos luchando boca a boca por explorar lo que ya estaba descubierto. Así que, quería más. Y creo que él también lo quería porque bajó hacia mi cuello y no pude evitar gemir.
Entonces me di cuenta de que seguíamos en el laboratorio. Me había perdido con sus manos cada vez más cerca de mi zona más sensible. Si me tocaba allí ya no podría seguir pensando en nada relevante, pero aún no habíamos llegado a ese punto y era consciente de que cualquier persona podría entrar de repente y estaríamos expulsados al instante.-Xavier...
-Mmm
-Estamos... estamos en el laboratorio y nos pueden...nos pueden ver.No podía hablar porque cada vez que me tocaba me perdía. Perdía todas las palabras.
-Lo cerré con llave cuando entramos. Pensarán que no hay nadie y nadie nos verá aquí.
Solo necesitaba escuchar eso. Volví a besarlo y me empecé a quitar la camiseta. Y no hubo vuelta atrás. Él se quitó la suya en un arranque de poder y nos bajó los pantalones de la misma forma.
Me empezó a tocar dentro del bóxer y perdí la conciencia. No literalmente, pero así lo sentí porque estaba en el cielo. Todo era Perfecto.
****
Después de lo que pareció una eternidad y a la vez un segundo, nos quedamos acostados de lado en el sofá. Él abrazándome para que no me cayera al piso por estar al borde, y yo tomando su mano y jugando con sus dedos.
No podía creer lo que acababa de pasar, pero me sentía más que feliz. No podía creer que el idiota que se había burlado de mí, ahora era prácticamente el amor de mi vida. Y era hermoso, no necesitaba voltear a verlo para saberlo.
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Hey Blue
Teen FictionCinco amigos. Una universidad de mierda y un café. Una buena vida con estrellas.