El monstruo era un club como cualquier otro. Luces de colores, música muy alta y gente por todos lados.—¿cómo encontraremos a Lindsey?—preguntó Mikey levantado la voz para que su hermano lo escuchara.
—No lo se—respondió el otro de igual forma.
Dieron una vuelta por el lugar pero no la encontraron por ningún lado.
Gerard seguía buscando a Lindsey cuando entró en un lugar extraño. Era un pasillo largo y de color y con luces rojas con varias habitaciones numeradas del 1 al 20. ¿Que habría ahí adentro?¿Lindsey estaría en una de ellas?
Caminó unos pasos. Una de las puertas estaba entreabierta. Miro en su interior. Era la habitación de un hotel como cualquier otra, coló rosa y con una cama grande. Dentro había un hombre vestido de negro besado apasionadamente a una chica rubia.
—eres tan sexy—dijo él besándole la mejilla y después hundió la nariz en su cuello—y hueles tan bien...
Ella parecía disfrutar de los besos que él de daba hasta que él la tomó por los hombros y la recostó en la cama. Él dejó de besarla y rápidamente le clavó los colmillos en el cuello y todo se llenó de sangre. Ella gritó y trató de hacerlo a un lado.
Mientras forcejaba la chica miro hacia puerta y sus ojos se encontraron.
—¡ayuda..!—gritó ella extendido su brazo hacia él.
Gerard estaba inmovilizado, jamás había asesinado a gente inocente de esa manera. No podía ayudarla, las cosas no funcionaban así en este lugar.
En un segundo la chica ya estaba completamente inmóvil y sin vida. Él vampiro levantó la cabeza, estaba completamente lleno de sangre pero se veía mejor que nunca.
Alguien jaló a Gerard del hombro sacándolo de su trance.
—¿qué haces?—era Mikey—podrías meterte en problemas.
—nunca había visto algo así.
—¿que esperabas? Esto no es New Jersey, los vampiros aquí no son como en casa.
—tanta sangre...
—para eso es la luz roja—mencionó Mikey mirando al techo—para disimular el color.
Se marcharon al amanecer sin rastro de Lindsey. No sin antes mirar atrás y pensar en todas las personas que entraron ahí víctimas de una trampa, pensado que estaban a punto de divertirse en un club secreto y exclusivo pero del que jamás saldrían.
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El Vampiro de la Calle 37
Подростковая литература"-¿Tú crees en el destino?-preguntó Gerard. Frank no supo que responder.-Hace unos cien años yo habría dicho que no, pero tú eres la prueba de que estaba equivocado". Frank es un chico solitario, un día asiste a una fiesta con la intención de hacer...