HOFFMANN
Lexie
Octubre 27, 05:00. Rumania.
El miedo se perpetúa en mi pecho con cada respiración, es miedo lo sé, y es el que se libera despues de haberse acomulado por mucho tiempo, siempre he pensado que por más que niegues las cosas y digas que no pueden dañarte tarde o temprano te afectan de alguna manera y el miedo que tenía acumulado no es la excepción.
Nunca he pensado que soy una estupida, una tonta o algo parecido, sin embargo prefiero ignorar ciertas cosas, como el que el hombre con el que me case ha sido alguien malo desde el primer momento, como que mis hijos son diferentes a al resto de los niños del mundo, que mis cuñados y todo el que lo rodea, —Isaac, Samuel, Ethan, Harry, Steel, Sunshine...— son seres crueles.
Y tengo miedo, tengo miedo porque siento que la oscuridad comienza a consumir parte de mi, la esta tomando hace mucho tiempo, pero lentamente, con calor, con suavidad, pero tomándome de todas formas.
Y el que yo haya apuñalado de manera tan macabra y fría a Dimitria Georgiou me demuestra que parte de esa oscuridad ya comienza asomarse, y no me gusta, porque he intentado hacerme la tonta pero no puedo, porque no lo soy...
<<Capto a la mujer que sale corriendo, viste su vestido de novia, y mi cuerpo arde, mi cabeza se nubla y solo una palabra puede salir de mi boca con rapidez y desenredo.
—No... —dije pero ya estaba llevando la mano a mi vaquero para desenfundar el puñal y cuando menos me fijé, ya la sangre manchaba mi mano, su vestido y ella se quedaba seca frente a mi.
No había remordimiento.
Ella había lastimado a Melanie, Steel tuvo que estar con ella por años, y yo sabía, sentía, que ella iba a lastimar a Steel principalmente si se casaban, si yo no la sacaba de el camino, o por lo menos lo intentaba.>>
Y soy un monstruo sin escrúpulos, porque tal vez Dimitria había tenido un comienzo difícil en la vida, tal vez haber crecido en la mafia la había hecho como era, y yo era un monstruo por arrebatarle la vida sin más, sin darle oportunidad de nada, porque la mafia era lo único que conocía, sin embargo...
Seguía sin arrepentirme.
En mi mente seguía igual.
Ella cansado con Steel, lastimando a Steel de alguna forma la cual lastimara mas a Melanie, a Stark y a Sunshine —hasta a mi, yo quiero a Steel—, y por alguna retorcida razón, terminaría dañando a mis muchachitos, y... a los gemelos.
No voy a permitirlo.
Soy militar, pero juré proteger a la humanidad, y siento que esta parte de mi la destruirá.
Claro que maté gente estando en el ejército, pero ese era mi último recurso, si tenía otras opciones no pasaba.
Y ahí estaba otra vez el monstruo que susurra cosas en mi cabeza y susurro lo del puñal.