Un suspiro desgarrador cayó bajo la garganta del humano rebosante de bondad. Unos ojos zafiros brillaron con mayor fuerza en la oscuridad de la cueva, en sus manos llena de suciedad y callo tenia sangre, la sangre de un oso hambriento, el cual el mismo humano procedería a comer.
Tan hambriento, que lo devoro de un simple bocado. Su extraña sonrisa la dirigió al mundo, al cielo un rencor insoportable que si las miradas mataran el cosmos habría dejado de existir.
No obstante, su mirada se fijó en los horizontes del pináculo del mundo, cuan curioso observo más allá que sus ojos podían captar, su sentido superior se sintió perturbado cuando meses atrás surgió una presencia que tenía una firma de energía similar a él, un humano.
El chakra. Una energía moldeable que la humanidad tuvo en sus manos, pero un día misteriosamente desapareció de sus manos. El control ya no existía, el orden había sido alterado.
Esa fuente tenía una cantidad devastadora de chakra que arrasaría a la tierra si no se contenía, bueno, al menos eso creía el rubio humano. Sonrió con una expresión totalmente retorcida.
Él lo estaría esperando... para matarlo.
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Siempre ha habido orden en el mundo. Las familias prosperan y otras están condenadas a sufrir, ser olvidadas.
Aparentemente su familia sufrió aquel destino, el olvido del mundo, sin rastro de la existencia de la hoja, las leyendas e historias fueron legadas a un único país que lo encontró.
Japón, el país del sol naciente.
La voluntad del fuego parecía seguir con vida, eran sutiles filosofía en las personas, el deber de proteger al débil contra el mal que los acecha, aunque evidentemente no evito que la corrupción existiera.
Ahora él estaba aquí, Uzumaki Boruto estaba aquí sobre la azotea de un gran edificio, observando con esa mirada brillante bajo la observación de un astro rey brillando en todo su esplendor.
Su mirada permaneció impasible. Vio sus manos, por un momento fue manchado por un rojo efímero. La sangre se deslizaba por su mano hasta caer gotas por gotas al suelo. Parpadeo, y la sangre ya no estaba.
Alzo la vista, observo los callejones oscuros distinguiendo con sus ojos a carias personas con malas intenciones. Desvaino su arma, el filo brillo con hambre, con ansias de derramar sangre y esparcir la justicia en el país, con esa necedad de infundir miedo en las personas.
Flexiono sus rodillas un poco. Respiro hondo.... Y luego hizo un salto de fe, por impulso el aire quiso empujar el cuerpo humano que descendía como una estrella fugaz brillando de un azul blanco que cubrió su cuerpo desapareciendo como un rayo en el instante, y seguidamente aparecer en un callejón oscuro con dos piernas arrodilladas y un puño tocando el suelo, la pose del héroe.
Su otra mano empuñaba la katana manchada de escarlata, luciendo como un villano bajo la luz de la luna y sus ojos deslumbrantes contra toda oscuridad que rodeaba al ambiente llena de basura, atrás, adelante, a la izquierda, y a su derecha.
Los cadáveres de basura, decapitados sin compasión y en un corte tan limpio, estaban esparcidos por el suelo rojo como ratas sucias, basuras estúpidas que el mundo jamás recordara.
El Uzumaki observo sus manos limpia de toda sangre sucia, como el los consideraba. Los delincuentes cayeron sin cabeza bajos sus pies, las victimas no vieron el momento en la cual las cosas sucedieron, ni a su salvador.
Para ellos, un milagro los salvos de los males que los acecharon.
Japón seria manipulado a su antojo. La corrupción será purgada, y a través de las sutiles ilusiones destruirá la corrupción de las personas, después de todo, la humanidad era débil.
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El legado de la profecía(Cancelado, remake: "El que se rebela" )
FanfictionLa historia sigue a un hombre misterioso que se despierta en un bosque y descubre que está en un lugar desconocido, posiblemente en otro mundo. Lleva una armadura feudal similar a la de un samurái y tiene rasgos inusuales, como bigotes parecidos a l...