Capítulo 19

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Capítulo 19
A veces, las casualidades
no existen

—Yo me llamo Raquel... Jones.
¿Qué casualidad, no?

Hunter se pasa la mano por el pelo y me mira.

—Puede que no sea una casualidad, Raquel.

Sus palabras me dejan helada. ¿Qué quiere decir con eso? ¿Es acaso un familiar de mamá?

—Sí, soy familia tuya, Raquel.

La manera en la que pronuncia mi nombre me hace tener una sensación extraña. Y, no sé por qué pero tengo la intuición de que esto no va a salir bien.

—¿Y me vas a decir que tampoco es casualidad que me hayas escuchado gritar?

No dice nada. Me mira en silencio, lo que me hace saber que ya ha respondido a mi pregunta.
Ha confirmado que es familia mía pero yo no lo conozco.

—¿Quién eres?—a pesar de que me haya salvado y de que tenga algún vínculo conmigo, no puedo evitar tener un poco de miedo.

—Mírate—me mira de arriba abajo—Estás tan grande... —dice con cariño.

¿Me conocía de pequeña? Veo como su mano se acerca a mi muslo.

—No te conozco—me muevo incomoda—Lo siento pero...

Me giro y abro la puerta dispuesta a salir e irme corriendo hacia casa pero Hunter se adelanta, me cierra la puerta y le pone el seguro.

—¿Q-Qué estas haciendo?

—Raquel, no me tengas miedo por favor... Voy a llevarte a tu casa. —dice con ternura.

No le respondo, me dedico a asentir y vuelvo a mirar por la ventana.

(...)

El trayecto a casa ha sido silencioso, muy silencioso e incómodo. No he tenido ni que darle indicaciones para ir a mi casa, lo que me parece muy extraño. Al menos de que sea familia de mamá y haya venido aquí, porque en un pueblo todo el mundo se conoce y a él nunca lo he visto.

Cuando aparca el coche justo enfrente de mi casa, me giro para preguntarle:

—¿Vas a decirme quien eres?

—Raquel...

—No—le corto—¿Por qué no me lo dices? No pasa nada, solo quiero saber eso, a lo mejor resulta que eres hermano de mi madre y nunca me lo ha dicho. No sé si puedo confiar en ti y...

—¿No confías en mí después de todo?—pregunta confuso.

—No, ya que me estabas siguiendo—elevo la voz sin querer—¿Crees que puedo confiar en alguien que aunque me haya salvado, la razón por la que me ha encontrado sea porque me estaba siguiendo? No sé tú pero yo no...

—Soy tu padre. Soy tu padre, Raquel. Soy tu jodido padre—esto último lo dice con los ojos algo llorosos.

Niego con la cabeza. No. No, esto no.

Y, sin más, abro la puerta y me voy a casa.

Mamá está en el sofá viendo la televisión. Al cerrar la puerta, se da la vuelta y me ve.

El Misterio Detrás De Él(COMPLETA✔️)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora