Capítulo 180: Un enfrentamiento divino

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Pov 3ª Persona

Mientras todos seguían en la batalla un ser especialmente poderoso se encontraba sentado en un trono observando todo desde el fondo del palacio, ya sea por como se acercaban o desarrollaban su combate entre sus especies y fuerzas aliadas controladas por Izanami, donde una sonrisa maliciosa adornaba su rostro, todo perfecto como él quería. Al lado de él estaba la diosa primordial de la muerte, la que antes obtuvo la omniversalidad y en ese momento era como todos los seres divinos, más se mantenía fija en el hombre que contemplaba los diversos escenarios.

-Todo va de acuerdo al plan, algunos ya deducen que eres el famoso líder absoluto de toda esta afiliación, pero no saben que en realidad somos ambos los que gobiernan este caos, son demasiado ingenuos. Las dos partes se están matando entre sí, menudos tontos que son, al final se sabrá la verdadera libertad, nuestra esperanza de reconstruir este mundo se dará en muy pocas horas.--Concluía la deidad de la muerte con una risa maliciosa, por lo que al ver fijamente al ser sus ojos brillaron de un rojo carmesí que inspiraba el puro terror.

-Todavía no cantes victoria, esta guerra apenas ha empezado, odio decirlo pero esa mocosa Kaede ha logrado cambiar todos mis planes en solo minutos, da la esperanza al equipo, lo que hace que se vuelvan más fuertes y derroten a mi ejército con rotunda facilidad. Una cosa es obvia: mis nieta y su aprendiz han muerto, no obstante los demás han triunfado, han colocado a una serafín bajo sus filas, mi nieta Shiori fue derrotada y una de los griegos va a combatir en su lugar, Naruko y Nozomi tienen una lucha igualada hasta que se sepa quien de las dos es mejor, de mi hija Mizuki aún no sé nada, y los pilares todavía no se han movido. No voy a sacar conclusiones, pero es hora de que me mueva, no debe ser muy difícil encargarme de esos mequetrefes.--Añadía el rey de los dioses, Izanagi, levantándose de su trono reflejando una mirada de fuego y determinación mientras toda la sala empezaba a temblar debido a su gigantesco poder.

-Vale, creo que ya te he entendido Izanagi, pero deberías esperar, aún no salen Yami y Hanami a la acción, todavía nos quedan dos serafines, la hija de Shinobu y los candidatos a dioses, no debería ser muy complicado saber que nos pueden dar la victoria. ¿No lo crees?--Preguntaba Izanami sonriente y acariciando la mejilla de su amado, lo que hizo que él suspirase.

-No es que no te quiera dar la razón Izanami, ¿pero qué posibilidades hay de ganar? Esos patéticos han logrado triunfar en todas las ocasiones, la chiquilla Hanae es todo menos débil, y si hablamos de esos dos la reencarnación de mi hijo y Mizuki, la semidiosa de la destrucción, son capaces de acabar con todo en cuestión de instantes. El tiempo se acaba, no queda mucho para la cuenta regresiva, y solo tú o yo podríamos darles caza, lo debes saber.--Implicaba el monarca con una ceja alzada, sus palabras fueron firmes y efímeras, de ningún modo él había sido impaciente, no obstante la falta de éxitos le hacían darse cuenta de la realidad de las cosas.

-Puede que tengas razón, pero no es para tirar la toalla, hay todavía muchos planes que podemos cumplir, date un poco de tiempo. Pensemos con calma, si vas antes de lo esperado podemos equivocarnos, ya sabes lo que les ocurrió a Muzan y a Raiden, ambos tuvieron las posibilidades de ganar en múltiples ocasiones, y esa niña Kaede pudo cambiar el orden en el peor de los casos. ¿Qué pasaría si tuvieran un plan para vencernos?--Le imploraba la peliazul mostrando calma y desasosiego, ella al ser la que más tramaba sus maldades solía tener la mente más abierta para tranquilizarse, lo contrario a su esposo que era lo opuesto, impulsivo y agresivo.

-Supongo que tienes razón, lo mejor es ir con calma, tú sabes mejor cuando es momento de intervenir y cuando no.--Interpretaba el rey de los dioses con autenticidad, su rostro se volvió más calmado y estuvo dispuesto a besar los labios de su amante.

-¿Ves cómo es mejor cuando nos llevamos bien, rey traidor? Técnica divina: Golpe de Almas Perdidas--Comentaba la diosa de la muerte atrayendo su puño envuelto en un aura de fuego negro hasta golpear el pecho de su contrario, que sin más escupió sangre retrocediendo unos pasos, no sin antes atarlo en unas cuerdas y grilletes formados de oscuridad, todo planeado en el último momento.

La Mariposa Cósmica Donde viven las historias. Descúbrelo ahora