Alfas

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Capitulo 3: Alfas

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N.O:

Sus pies tocaron el suelo de forma delicada, impune a todo lo que había ocurrido. El auto que habían alquilado había explotado al mínimo contacto con el suelo, y sus piezas como proyectiles habían volado a todas partes. Kakashi agradecía a los Dioses haber sacado sus cosas con él, esperaba que el duo de rubias también lo hubiera hecho. — ¡MI SWICH! — se escuchó el lloriqueo de Deidara desde el cielo. Al parecer había dejado algunas cosas en el auto. Que mal por él, la vida es dura mijo…

Se quitó su paracaídas como si nada, y observando los problemas que tenían Deidara y Naruto para quitarse los suyos, decidió ayudarlos un poco, tomando así una navaja de su bolsillo para romper las cuerdas que amarraban el cuerpo de Deidara. Naruto ya había logrado librarse de su prisión de tela. — Gracias, Kakashi. — dijo el rubio al por fin poder salir de dónde estaba atrapado. — no hay problema — respondió éste, regalándole una sonrisa tras su máscara.

Decidieron empezar a caminar y así seguir hasta encontrar algún índice de humanidad. — Ése señor raro dijo que en una aldea nos esperaban. — recordaba Kakashi, pues habría sido bueno pedirle direcciones por lo menos. — no creo, seguramente deliraba por el calor, kakashi. — escuchó a Deidara, cuando una mano empezó a restregarse por lo único visible de su cara. Era Deidara queriendo aplicarle bloqueador solar. Se dejó hacer. — ¡Yo también, yo también! — pidió Naruto, a lo que Deidara dejo en paz la cara de kakashi para empezar a embarrar la de Naruto en bloqueador solar, al igual que sus brazos.

— oye, kakashi. — le llamó Naruto. Kakashi asistió en señal de que le oía. — ¿Por qué ahí hay unas personas rarísimas viniendo? — preguntó el rubio señalando a su derecha. Kakashi junto con Deidara voltearon la cabeza cuál búho confirmando lo que su compañero rubio había dicho, un grupo de personas se acercaba a gran velocidad hacia ellos. Llevaban telas largas que cubrían todo su cuerpo, y unas horribles máscaras de madera no dejaban ver su rostro. Un miedo irracional recorrió el cuerpo de los omegas, quienes al ver lo cerca que aquellas personas estaban, empezaron a correr lo más rápido que había corrido en toda su maldita vida…

— ¿¡SOY YO O POR QUÉ PIENSO QUE SON UNA MANADA DE CANÍBALES QUE VIENEN A POR NUESTROS CUERPOS!? — Grito en pánico nuestra pequeña bolita de sol con mariquitas en los cachetes, escuchándose enseguida los ruidos de miedo que soltaron los otros dos. — ¡NO AYUDAS, NARUTO! — gritó la rubia explosiva, propinándole un golpe en la cabeza a su hermano, por pendejo.

— ehhh… ¿No creen que se nos están acercando más rápido?… ¿¡PORQUE NO PUEDO MOVER LAS PIERNAS?! — Gritó un asustado Kakashi, quien al ver que los "caníbales" se estaban acercando de una manera sospechosamente rápida quiso correr más rápido, cosa que le fue imposible, pues al bajar la vista vio que se estaba hundiendo en…

— ¿¡ARENA MOVEDIZA, NO QUE ESA CHINGADERA SOLO APARECÍA EN LA JUNGLA!? — Gritó ahora Deidara, quien también había entrado en la arena, todos menos Naruto, el muy idiota seguía corriendo delante de ellos.

— ¡NARUTO! — exclamaron con fuerza los dos mayores, haciendo que el menor volteara y los encontrara en problemas, pues los caníbales estaban literalmente a un metro de distancia de ellos.

Y así, como alma que lleva el diablo, o como pendejo escapando de su mamá luego de decirle que no le dolió, fue corriendo a una velocidad inhumana. El pelo un poco más largo y ya sería un Minato pequeño… pensó Kakashi, viendo cómo el rubio corria a su dirección con el miedo plasmando en su cara… espera… ¿Miedo?

ੈ✩‧₊˚[ᴏᴄᴜʟᴛᴏ ᴇɴᴛʀᴇ ʟᴀ ᴀʀᴇɴᴀ]: ̗̀➛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora