La verdad habían pasado unas semanas del suceso, cada vez nos sentíamos más atraídos el uno del otro, messi simplemente me miraba insinuante, y yo solo me derretia por el, todo iba sin mayores problemas, hasta que llega neimar, a todo esto, neimar había tenido un lío, con messi, pues se enredaron y salieron un tiempo, ya que neimar quería experimentar, pero no tardó en asquearce y pues bueno ahora es el bully del salón, y conmigo es lo peor que hay, no hay mejor diversión que ser un maldito homofobico cada vez que me ve, por que todo el mundo siempre me vio la cara de gay, y pues no iba a negar lo cierto. Durante ese tiempo messi y yo comenzamos a hacernos cercanos, ya que nos habían cambiado de puesto, y ahora estábamos juntos, y el coqueteo era inevitable, ya los dos sabíamos lo que queríamos, aunque ninguno se atrevía a dar el siguiente paso, eso no, se suponía que sólo nos soportabamos, nuestros grupos sociales apenas se llevaban, era imposible, pero aun así, sentir lo que sentíamos era inevitable. Un día esperando al profesor como de costumbre, neimar se para y camina a mi asiento, no le tome importancia a su presencia, solo lo ignore, hasta que dijo:
- Tu y tu nuevo novio no se van a ir a revolotear por ahí aprovechando el tiempo?, o prefieren ir a sus casas a besuquearse por la sala?- mierda, noto la situación, ahora solo soñábamos con que nos deje en paz, es realmente obsesivo cuando quiere algo, y como nos quiere molestar, lo hará, pero no me dejaré enfadar tan fácil.
-Y tu?, no iras a buscar tu inteligencia a ver si tienes?, por que parece que captas las situaciones al revés, si soy amable con el, o el conmigo, es solo por que sabemos controlar problemas, la línea es demasiado delgada, entre una pelea y un acuerdo, depende de cómo nos tratemos la situación entre nuestros bandos, y ambos tenemos suficientes neuronas para saber que si peleamos nadie ganara- le dije