- ¿A donde fuiste?- preguntó el menor el cual se había despertado y se encontraba algo asustado de estar solo.- Fui a tomar aire, perdón, no debí dejarte solo.
- E-esta bien...¡ah!, ha-hay algo que tengo que decirte...
- ¿Mhm?- respondió el azabache mientras se acercaba para envolver al contrario en un abrazo.
- ¿Que piensa de...tener hijos...?
El azabache se sorprendió un poco por la pregunta aunque se tranquilizó un poco al ver qué su novio se encontraba más calmado, aún sabiendo que seguramente solo fingía.
- No lo sé, aún somos jóvenes...¿Por qué la pregunta?
- E-es que...- el chico había empezado a jugar con sus dedos, muestra del nerviosismo que se apoderaba de él.
- ¿Hmm?
- Bueno...yo... cuando tu no estabas me quedé a cargo de un pequeño sin hogar en lo que la agencia le encontraba uno, me termine encariñando y... decidí adoptarlo, Dazai-san ya está arreglando lo de la adopción...¡Perdoname!, debí haberte consultado pero es que no me recordabas y, y todo paso rápido y...
- Shhh, está bien- respondió mientras acariciaba dulcemente los cabellos del menor- admito que creo que aún somos jóvenes para esto pero...si tú crees que estamos listos para ello, confiaré en ti plenamente.
- Gracias Ryuu.
- Y ¿Donde se encuentra ahora?, me gustaría conocerlo...
- Está con Dazai-san, insistió en que se quedará con el.
Ambos jóvenes volvieron a acostarse abrazados, para finalmente caer en los brazos de Morfeo.
Al día siguiente Atsushi se esforzaba para mantener una sonrisa falsa y decirle a su pareja que se encontraba bien y que no debía preocuparse, pero el azabache lo conocía bien y sabía que el chico no se encontraba para nada bien.
- Atsushi...
- Estás raro Ryuu, siempre me llamas "Jinko"
- Es que...Atsushi, se que estas fingiendo, no es necesario que me ocultes tus emociones...- a medida que el azabache hablaba, la sonrisa del menor iba desapareciendo.
- A-ah yo, estoy bien, de verdad- dijo al borde de las lágrimas.
- Cariño...ven, liberalo todo ¿si?
Apenas terminó de hablar y ya tenía al chico encima suyo llorando, y así estuvieron por un buen rato.
- Q-quiero ver a Yuki, tal vez eso me anime...
- Bueno, ¿quieres que lo vayamos a buscar o le pido a Dazai-san que lo traiga?
- No lo sé...no quiero que Dazai-san me vea así, pero seria confuso para Yuki si solo te ve a ti, aún no te conoce después de todo.
- ¿Y si le pedimos a Yosano-sensei que lo traiga?
- La volveremos a molestar...
El azabache suspiró, no se le ocurría cómo podría traer al niño a la casa siendo que el albino no se veía cómodo teniendo que encontrarse con algún conocido en esos momentos, pero el timbre sonando lo sacó de sus pensamientos.
- ¿Q-quien crees que sea...?
- No lo sé, ve a la habitación, yo atiendo- dijo dándole un beso en la frente.
Una vez el agente se encerró en la habitación, el azabache se dispuso a abrir la puerta, obviamente verificando quien era antes de hacerlo, llevándose una sorpresa al ver quien era.
- Dazai-san - dijo luego de abrir la puerta.
- Akutagawa-kun, vine a dejar a Yuki.
- A-ah s-si - fue en ese momento que se percató de la pequeña figura que se escondía detrás de Dazai.
- Me alegra que ya estés bien con Atsushi- kun...en fin, ya me voy, Ranpo me recomendó que solo trajera a Yuki y me fuera, seguramente habrás dejado a Atsushi sin caminar JAJAJAJA.
- Dazai-san...
- Bueno ya. Pequeño Yuki, me despido, espero poder jugar contigo en otra ocasión, ¡bye bye!
- S-señor, ¿q-quien es usted...?
- Me llamo Ryunosuke Akutagawa, puedes llamarme Ryunosuke o Ryuu - le respondió al pequeño con una calidez que no había utilizado hace mucho en un niño, tal vez la última vez fue cuando su hermana era pequeña.
- E-es un placer, yo soy Y-yuki.
- El placer es mío Yuki...ven, vamos a dentro.
- ¡S-si!
Cuando entraron el Albino se encontraba apenas saliendo del cuarto.
- ¡Atsushi-san!- gritó el pequeño mientras corría a abrazar al chico.
- ¡Yuki!, te extrañé.
- Pero si solo me fui una noche, Atsushi-san
- Aún así- dijo mientras pellizcaba uno de sus cachetes haciendo reír al niño- ah, veo que conociste a Ryuu.
- ¡Si!
- Bueno ya que estamos todos hay algo que queremos contarte, así que vamos a la sala.
Una vez los tres habían tomado asiento, estando el mafioso sentado junto al agente en el sillón grande y el pequeño en un sillón frente a este.
- Yuki...¿Te gustaría...tener una familia...?- habló Atsushi.
Ambos mayores se encontraban nerviosos, era obvio que el niño querría una familia, ¿que niño de su edad y en esas condiciones no la querría?, pero no sabían si el querría que ellos fueran esa familia, se sentían ansiosos, después de todo, el niño podría querer una familia conformada por una madre y un padre, no un padre y... un padre...
- M-me encantaría, cuando estaba en las calles siempre me imaginaba teniendo un hogar cálido, poder ir a la escuela y volver a mi casa siendo bienvenido por mis padres, tener mascotas, juguetes, aunque eso sería lo de menos...- expresó el niño mientras comenzaba a llorar, haciendo que el corazón de los mayores se comprimiera.
- Entonces, Yuki...¿A ti...te gustaría que nosotros fuéramos esos padres...?
El menor levantó la cabeza rápidamente, su ojos brillaban, pero no por las lágrimas, brillaban de felicidad.
- ¡M-me encantaría!
- ¿Aunque no fuéramos una madre y un padre como esperabas?
- Atsushi-san, yo nunca dije que esperaba eso - dijo para luego abalanzarse a abrazar a sus nuevos padres.
- Nos alegra oír eso- hablo finalmente el azabache mayor.
- Bienvenido a la familia, Yuki.
𓍊𓋼𓍊𓋼𓍊𓋼𓍊𓋼𓍊𓋼𓍊𓋼
Hoy ando generoso y creativo, así que acá les va otro cap ;)
Ya nos estamos acercando al final, creo que solo queda ver el tema de la venganza de Aku, el epílogo y ya estaríamos. Realmente no pensé que me entristecería terminar este fic, creo que es normal, después de todo es mí primer fic y todo la bocha, pero bueno, espero no se me termine la creatividad y así pueda traerles el final pronto ajsljslwksl.
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Amnesia (Shin Soukoku)
FanfictionCon la aprobación tanto de la AADD como de la Port Mafia, Akutagawa Ryūnosuke y Nakajima Atsushi llevaban una relación de algunos meses, todo parecía ir bien hasta que un accidente puso algunos obstáculos en sus caminos. La historia me pertenece, la...