𝗠𝗜 𝗡𝗢𝗩𝗜𝗢!! ᵏⁱʳⁱᵇᵃᵏᵘ.

¡Mi novio!

Si le preguntan a Katsuki, respondería que su novio.

Habia algo en esa palabra que lo hacia sentirse orgulloso, como si nadie mas pudiera tener algo tan preciado como lo era aquel , y mas cuando se enteraban quien era el mentado novio.

Eijiro Kirishima...

Joder, que hombre mas lindo...

Era el varón perfecto, sus ojos rojos y grandes, que lo miraban con una amabilidad y sinceridad abrumante, brillantes y tan preciosos que hacían que su orgullo e ira se enterraran en lo mas profundo de su ser para darle paso a las emociones mas vibrantes y hermosas que pudo haber experimentado jamás.

Sus brazos fornidos, abrazandolo y acurrucandolo en su pecho aunque el no lo pidiera, eran reconfortantes y le daban la energía que necesitaba para terminar sus días.

Su voz que podia ser tan poderosa y fuerte como sus propias explosiones, o tan afelpada y amable que lo hacia levantarse al cielo con cada minuscula silaba.

Todo estaba bien con Eijiro, TODO.
Si algo no era correcto, si lo hacia Ei, ahora lo era.
Sino le gustaba algo pero al pelirrojo si, ahora le gustaba.
Eijiro es todo lo que esta bien.

Con todo se veía fantástico, con pantalones o shorts, con playera o camisa.
En uniforme o traje de heroe, sin ropa y con ella, su cuerpo de adaptaba a todo, habia aprendido a amar cada minuscula particula de Kirishima, cada vello en su cuerpo, cada cicatriz, cada cabello sabiamente teñido.

Amaba todas sus faces, desde que era un bebé, pasando por su inseguro pelinegro en secundaria hasta el hombre que era ahora.
Se deleitaba con cada acción realizada, entrenar, pelear, cantar hasta el simple echo de caminar.

Sus besos eran de sus cosas favoritas, tan suavecitos o demandantes, que no dejaban de perder ese amor que tanto les ponía, sus manos agarrando su cara para tener mayor fuerza, después le daba un piquito y le sonreía de una manera tan hermosa que su corazón se apretaba para después comenzar a latir rápidamente.

Las emociones que salian a flote eran desconocidas, quemaban su cuerpo y convertian su mente en un revoltijo, sus piernas temblaban, sus manos sudaban, su pecho era golpeado por su corazón casi queriendo salir.
Su cintura se sentia floja sin que el pelirrojo la tomara, su boca picaba rogando por un beso, un piquito o un roce ligero d aliento del pelinegro.
Sus oidos buscaban la voz, la risa, el caminar de Eijiro...

Simplemente su cuerpo lo anhelaba tanto que no podía respirar.

Habia aprendido, se habia acostumbrado a vivir con Eijiro es su vida, en su tercer año de preparatoria ya no se imaginaba sin el, ya tenia su vida entera planeada con el, ya sabia que harían por el resto de sus días.

Amaba a Eijiro Kirishima, lo amaba, lo admiraba...

Lo necesitaba...

Necesitaba que ese hombre se quedara con el, siempre y en todo momento, su respiración faltaba cuando Eijiro no estaba.

Necesitaba sus brazos al rededor de el, apretandolo hasta que sus costillas se rompan, su corazón se detenga y sus ojos chorreen.

Necesitaba que Kirishima lo mordiera hasta sangrar, que lo golpeara, que lo humillara.

Estaba bien, morir en brazos de Eijiro estaria muy bien.

Se quedo una noche, puso sus labios con los suyos suavemente.
Seco su cara cuando empezó a llorar, el fue su primera vez, lo comió como un pastel de manzana.
Lo hizo mo querer morir, lo amo con dureza y lo hizo volar.

Su mente se perdia en los rincones mas oscuros, donde estaba su ira, su tristeza y sus demonios escondidos, aquellos que gobernaban sus inseguridades, sus recuerdos mas profundos, sus miedos, y la bella imagen de Eijiro ahi, sonriendole.

No reaccionaba, si Kiri no estaba con en ¿Valia la pena seguir con vida?

No entraban sus apodos cariñosos, ni su voz grave de la mañana, no tenia su calor, sus ojos, su brillo, su felicidad, sus ganas de vivir, no tenia nada.
No tenia nada sin Eijiro...

- ¿Blasty?...

Ahi estaba, Kirishima Eijiro, el mejor ser humano que pudo existir, el que no lo abandonaria, el que estaria siempre con el, a su lado no importa que.

El calor al rededor de su cintura relajo sus músculos, sus ojos acuosos derramaron lagrimas que resbalaban por sus mejillas, rojas al igual que su nariz.

Escondió su cabeza en el pecho del pelirrojo, aspirando su aroma, acariciando su cuerpo, ahi estaba, Kirishima estaba ahi.

- Hey, mi amor, tranquilo, todo esta bien.
No me ire a ningun lado, Blasty. - susurro acariciando sus suaves cabellos cenizos - Solo me necesitas a mi, estas perdido sin mi, ¿Verdad, cariño? - Bakugo asintio rápidamente, restrgando su cara contra su uniforme. - Si, solo a mi, a nadie más. - besó su frente. - Muy bien, Kats, ven, vamos a comer.

No necesita nada, a nadie, no necesitaba ser un heroe, no necesitaba buenas notas, tenía a Kirishima, lo tenia a el,  a Eijiro, a su  novio, novio, novio, novio, novio...

La palabra dio vueltas y vueltas en su cabeza, marenadolo mientras comia desesperdo el ramen picante sobre la mesa de su apartamento.

En las paredes descansaban los retratos suavemente acomodados, con la brillante sonrisa puntiaguda y una suave suya.

El dia de su boda.

Joder, que día tan mas precioso, lo atesoraba celosamente en su corazón.

La taza roja estaba sobre la mesa, igual que otro plato igual, total silencio, hasta que sonó el teléfono.

Su mirada afilada se dirigio al aparato, mirandolo fiero, como si fuera una amenaza.
Se tambaleó hasta tomarlo.

- ¡Dynamigth! Los villanos atacan la ciudad, mierda, ¡Te necesitamos! - Habló desde el otro lado la voz chillona.

Otra mentira.

- Es mi dia de descanso, estoy con Kirishima...

- Ya te dije que-.

Y colgó.

- ¿Blasty? - la voz del pelirrojo resonó en sus oidos, aliviandolo.

Volteo a mirarlo, este le sonrio como solo el sabía.

Bakugo no sabia, que solo miraba un muro...

Y la imagen de Kirishima, la última que tuvo, enterrada en su memoria, bajo escombros, bajo recuerdos, permitiéndole vivir una fantasia, que lo consumía poco a poco.

Eijiro Kirishima, su esposo, era lo único que necesitaba, eran sus ganas de vivir, era su todo. Kirishima no habia muerto, Kirishima estaba ahi, siempre estaría ahi.

Necesitaba a Kirishima...

Y Kirishima le dijo que nunca lo abandonaria...

Oh, mi bello Eijiro, abrazame hasta matarme...

LOOOOL, quize escribir sobre la dependencia emocional y como superarla, pero salio esto es su lugar.

Estoy satisfecho, bai.

(Agregue una referencia, quien la adivine, se gana un one-shot de lo que quiera.)

Ahora si, bai.

(1073 palabras.)