Una historia sin título.

Parte 1 . Sin titulo

Si, aquí estoy, algo aturdida por los últimos acontecimientos y la verdad, muy desnortada sin saber qué hacer. Muchas cosas me rondan en la cabeza que me generan emociones contrapuestas. He de decir que desde mis primeros años con Lucas, mi primer novio, que no me sentía así. ¿que cómo me siento? pues la verdad, estupendamente. Como si todo fuese muy sencillo y pudiese hacer todo. Me siento ligera, libre, y con ganas enormes de comerme el mundo. Cosas que antes me afectaban, como un día nublado, algunas personas y comentarios, o pensamientos apesadumbrados en días lentos, ahora no me afectan en absoluto! sino todo lo contrario. Él es el culpable.

Bueno, voy a comenzar desde el principio. Mi nombre es Cova, si, un nombre nada usual, viene de Covadonga, nombre que mis queridos progenitores decidieron poner a su única hija, mismo nombre que mi madre, abuela, y bisabuela. En fin, familia de costumbres y chapada a la antigua. Precisamente por eso, y por el extremado buenismo de mis 2 hermanos varones, yo salí la rebelde. Como podéis imaginaros rebeldía que me causó sinfín de problemas en mi adolescencia. Y supongo que eso me ha traído consecuencias, muy relacionadas con mi vida amorosa, entre demás facetas.

Según yo, soy una chica divorciada (si, otra divorciada más) con un niño (eso que los tíos solteros de mi edad llaman "paquete") y con un trabajo de mie**a. Mi vida es, como decirlo, un sinfin de problemas>soluciones que me traen hasta donde estoy. Por suerte o desgracia no miro y desde mi última relación seria he decidido no planificar más allá de las 24 h. que el día tiene. En realidad esto es así por varias causas; escasez de tiempo, y abundancia de decepciones. Mi máxima: vita vivet, que significa en latín Vive la vida.  Esto que parece salvaje, cool y peliculero no me ha hecho otra cosa que traerme problemas. Y de eso va mi bitácora o, como la llamo yo; LA VitaCOVA.

Una bitácora es lo que para un navegante es el blog o cuaderno de viaje. En él, el marino escribe diariamente los acontecimientos dignos de ser resaltados. Hace un par de meses, decidí, no se si a modo de terapia, testimonio para aplacar mi cada vez más frecuente desmemoria, o simplemente por hastío, escribir mi propia bitacora. La VitaCOVA. no es un cuaderno cualquiera, sino una, en mi opinión, una explicación en esencia, de por qué estoy aquí, así, tan emocionada.