Capítulo 17

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—¿que te vas a pedir Aitana?
—no lo sé , ¿y tú Luis?
— yo me voy a pedir una hamburguesa con queso y beicon y una Coca-Cola
—pues yo quiero un perrito caliente y un batido
—¿vosotros chicos?
—yo un perrito caliente como Aitana
—que copiota marta -Aitana se rio
—¿y tú Adrián?
— yo la hamburguesa de queso
—¿quien va a pedir?
—vamos marta y yo si queréis , nos dais vuestra parte del dinero y ya
—vale espera -Dijo sacando Aitana dinero del monedero
—Aitana quieta -le puse la mano encima
—¿que? ¿Porque?
—porque la cena la pago yo , guarda eso
— ¿pero por que luis? Si no me importa pagarlo
—porque tú me has pagado el cine y ahora yo te voy a pagar la cena , guarda eso -digo sacando mi dinero de la cartera
—Luis tú tienes que reservar tú dinero para volver a casa yo no..
—tomar aquí está lo mío y lo de ella -le doy el dinero a marta
— vale genial, ahora venimos

Adrián y marta se fueron a pedir y presentí que iban a tardar bastante porque a parte de que iban lentos había bastante cola

—pero Luis ¿porque me has pagado la cena?
—te lo he dicho antes , porque tú me has pagado el cine
—¿bueno y que ? Yo no tengo que regresar a mi casa yo no tengo costes en nada tú si , no me da la gana que por mi te quedes sin dinero con el poco que tienes
—me da igual quedarme sin el , me lo gasto en algo que yo quiero y necesito
—¿me necesitas?
—si.

Ahí es cuando mi mundo se vino abajo pensando en que si , efectivamente la necesitaba a ella y no la iba a poder tener después de estos tres días que me quedaban y me había sincerado un poquito con ella ojalá pudiese contarle todo lo que llevo dentro

—yo también-dijo mientras que me acariciaba el pelo
—la distancia es una auténtica mierda
—no hace falta que me lo jures , parte de mi familia es de fuera y apenas puedo verla
—te entiendo, mi hermana trabaja en China  así que tu me dirás , solo la veo en fiestas y da gracias
—lo siento , tiene que ser muy duro para ti
—lo es , pero uno se acostumbra a esa rutina que es ver a tu hermana delante de una pantalla y sin poder tocarla realmente.
—me alegra mucho que a pesar de todo te vayas abriendo poco a poco , te juro que no te voy a hacer daño y que puedes abrirte y contarme lo que necesites
—gracias princesa, lo mismo digo
—¿me lo prometes principe? Que siempre nos vamos a tener el uno al otro -dice poniendo el meñique
—te lo prometo -le agarro su meñique con el mío
—me alegra mucho hacer Esta promesa
—a mi también, porque se que vas a estar ahí pase lo que pase
—lo estaré Luis , aún que sea en la distancia estaré para lo que necesites

Le di un abrazo a lo que ella me siguió , en pocos días se había convertido en una persona muy importante para mí y es de esas personas que te calan hasta el último hueso y no vas a dejar que se escapen de tu vida, simplemente porque las necesitas.

Vinieron Adrián y marta con dos  bandejas una para ellos y otra para mi y aitana, yo estaba sentado enfrente de ella y al lado de marta y ella enfrente mía y al lado de Adrián.

—toma esto es lo tuyo -dije poniéndoselo en su lado de la bandeja
—Gracias Luis Cepeda -dijo recalcando mi nombre
—de nada aitana Ocaña -dije riéndome y haciendo lo mismo
—¿cuanto tonteo hay aquí no? -exclama marta comiéndose una de las patatas que le habían puesto con el perrito caliente
—marta no empieces

Las miré sin entender nada de lo que estaba pasando , no estábamos tonteando ¿no? Siempre hemos estado así

—no tonteamos marta siempre estamos así -me reí abriendo  mi hamburguesa
—ósea que os pasáis el día tonteando
—¡pero marta que ves de tonteo aquí!
—muchas cosas querida Aitana , desde como os miráis a como os decís las cosas
—¿nos las decimos normal?
— si claro , y voy y me lo creo
—siempre igual -suspira y se abre su perrito caliente para empezar a comérselo

Una canción y una rosa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora