Lucas es nuevo, no en la escuela sino que en el grado. Podrá conocer a nuevas personas, también conocerá un nuevo amor.
Él es un omega de 12 años. Al principio no le gustó mucho la idea de cambiarse de turno, pero luego habrá un motivo para que qu...
Estaba viendo como mi compañero sé había alejado, así que decidí acercarme dónde él. Mientras lo hacía una mano agarró mi muñeca, era Joaquín, el primo de Lucas...
–¿Huh? –expresé una mueca de confusión–.
–¿Por qué te vas?
–Por nada, solo...quería estar un rato solo, porque me abruma un poco ser el centro de atención... –sin más seguí mi camino–.
Luego de dar unos pasos, ya estaba con él.
–Así que... viendo a la gente con un enfermo en las sobras, ¿no?
– Ajá...
–Mi buen compañero, ¿Por qué hiciste tal acto?
Solamente podía ver como se empezaba a reír, había logrado mi objetivo, me gustaba ver que las personas a mi alrededor estén felices; no me gusta que esté excluidas,
–Lo que pasa es que... pensé que luego ya no quisieras ser mi amigo, perdón, no suelo tener amigos, y no sé por qué... –
–Eres un idiota –luego de decir eso me empecé a reír–, nunca te dejaré solo, porque somos amigos, y los amigos no se abandonan.
–No me digas idiota, enano.
–¡¿A quién le dices enano?! Tú eres un edificio, ese no es mi problema.
Narradora:
Ellos empezaron a decirse cosas jugando, hasta que el timbre sonó.
–Al parecer hay que regresar al aula, qué lástima, no podremos hablar más hasta el próximo recreo... –lo decía en tono dramático aquello–.
–¿Quién dice que no podemos hablar más? – decía el mayor –.
–¿La profesora?
–Tal vez no hablar, pero si comunicarnos...
Se fueron en silencio mientras Lucas aún desconfiaba un poco de las palabras del contrario, no era difícil saber a qué se refería el otro, era obvio que se iban a pasar papelitos, pero temía que la seño los regañe.
–Chicos fórmense, rápido, antes que llegue quiero verlos formados –ordenaba la maestra a sus alumnos, mientras se iba a la sala de maestros–.
Luego de que todo el grado se haya formado, la seño volvió, haciéndolos pasar adentro del aula. Todos se sentaron en sus respectivos lugares, mientras tanto Lucas.B se encontraba escribiendo algo para su compañero de banco.
El de piel morocha, se encontraba curioso por lo que escribía el de alado, entonces fue cuando echó un vistazo a lo que hacía aquel.
Solamente pudo ver que decía "Esta aburrida", no entendió, pero de pronto sintió como le daban unos golpecitos en el brazo.
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Luego de recibir la notita fue a agarrar la lapicera azul y empezó a escribir, al momento de escribir lo hizo con letra imprenta, ya que se sentía más cómodo, además que dibujó algunas caritas.
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Estaba a punto de responderle detrás de la nota, pero de pronto sintió como alguien agarraba su mano y lo miraba aterrado, era Lucas. Luego ya no escuchaba a la seño continuar con la lectura, podía ver como todos sus compañeros clavaban su mirada en él. Sí, la seño los regaño...
–¿Nos puedes compartir lo que estabas haciendo, Lucas? Así entretienes a la clase. No me gusta castigar a mis hermosos alumnos de mi corazón, por favor, ¿Serías tan amable de irte a dirección? Muchas gracias querido. – La maestra le empezó a sonreír amigablemente, luego continuó con la lectura.
