Nueva era

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Nueva era





Atsushi tenía un día libre de tutorías, y ese día era... visitar a sus padres y suegros con toda su jauría. Subía a los mas pequeños mientras los gemelos Shibusawa ayudaban a los mayores. Obviamente los Shibusawa iban con ellos.  — papi, ¿a qué hora viene papá?

— papá nos alcanzará en casa de abu — dijo Atsushi sonriente y besó a su pequeña Nyoko. — muy bien Niño. Todos con cinturones, vamos a casa de sus abuelos

En un rápido viaje llegaron a la casa de los Akutagawa, lo que no hicieron sus hijos, lo lograron sus nietos. Pasaban tiempo en casa y cuando Atsushi decía que iba, ellos tenían todo.
Fue muy bien recibido por sus suegros, los niños estaban alegres con sus abuelos. Como siempre, Atsushi subía a la antigua habitación del azabache y dormía.
Sus suegros se encargaban de los niños y los Shibusawa aunque no dormían si vigilaban de lejos y así descansaban.

Atsushi bajo un par de horas después, sus hijos decoraban un pastel con sus abuelos. — ¡papi! — gritaron alegres

— huele delicioso ese pastel

— Atsushi, te veo cansado

— Estoy bien suegra, solo que ya son seis

— esperemos que no aparezcan otros dos gemelos

Atsushi comenzó a reír. — No suegro, la fábrica está cerrada

— ¿Se cuidan? — preguntó su suegra

— si, ambos

— Sabes que nuestros productos están a su disposición Atsushi

— Si, gracias

Y aunque el albino le apenaba toda esa conversación ya se había acostumbrado, pues después de sus dos primeros embarazos sus suegros fueron los más preocupados por nuevos embarazos.

Atsushi seguía siendo joven, y le encantaba estar con su pareja.
Los hijos no eran una carga, a ambos les fascinaba tener sus hijos.

A la casa de Los Akutagawa llegaron los Nakajima — Bien, iremos al cine, ¿vienen?

— Por supuesto

Ambas familias se llevaban muy bien, adoraban pasar el día. En el cine, los alcanzo Ryunosuke; ambos chicos aprovechaban para tener una pequeña cita y entrar a otra función mientras sus padres cuidaban de sus bebés. Los Shibusawa por su parte cuidaban de la pareja a lo lejos.

Y fue allí donde lo supieron, cuando Atsushi intentó comer palomitas y solo terminó vomitando en el baño.
Fueron a comprar una prueba antes de que sus padres salieran de la función y se metieron al baño de nuevo.

El azabache estaba sentado en el suelo del baño esperando con el menor sentado en la taza — vamos. Nos cuidamos

— Lo se, creo que voy a operarme

— vamos, no planeábamos otro tan pronto pero me gustaría más bebés

— aún así, deberíamos poner un límite y después tomar unas medidas más drásticas, eres muy fértil y — fue interrumpido por la alarma. Habían pasado los cinco minutos

Ambos tragaron saliva y vieron la prueba.

Una semana después, las familias estaban reunidas en el jardín, Ryunosuke llamó la atención de todos — Bien familia, Atsushi hizo un juego para todos

— van a correr por el jardín buscando una pieza y esa pieza — Akutagawa sacó una caja — abre la caja

— ¿Ahora que hacen? — se quejó su padre

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