(you seek to) Protect her - [ catradora ]

Cap. IX - Sospechas

  Se levantaron de la cama para prepararse. Había sido una noche bastante agitada en la que ninguna había podido dormir, y ahora debían levantarse temprano para llegar a trabajar.

  Una vez ya cambiada, Catra fue a la cocina a buscar a Adora. La rubia estaba limpiando las manchas del té que nunca habían terminado, y calentaba agua para hacer más. La abrazó desde la espalda intentando esquivar las burbujas de detergente.

- Perdón por no dejarte dormir... - le susurró al oído.

- No te preocupes - respondió mientras se daba vuelta para quedar enfrentadas - ya vamos a tener la oportunidad de dormir más tarde. - concluyó guiñándole un ojo.

Catra quedó embobada, Adora le dio un beso en la comisura con tal de que reaccionara.

- ¿Vamos a desayunar?

  Fueron a sentarse a la mesa, embelesadas por el olor a tostadas tibias y la compañía mutua. La luz del sol apenas lograba penetrar por la ventana, y una lámpara cálida alumbraba por arriba de sus cabezas, dejando un destello en sus bebidas y las miradas levemente tímidas.

- ¿Hoy tenés algo para hacer? - preguntó Adora a Catra con la esperanza de no poder volver a su casa sin tenerla con ella.
- Debería volver a casa a darle de comer a Melog...

  Adora la miraba esperando a que la invitara a compartir la tarde. Catra no tardó en captar la indirecta.

- Podes venir conmigo, si querés.

  Se vio el entusiasmo en la rubia, matándola de ternura.

֍ ֎ ֍ ֎

  Llegaron juntas al edificio de la empresa. No tardaron en que miradas curiosas las juzgaran por llegar de la mano. "Muy poco profesional", "Se nota que son novatas" pensaba la gente, pero siempre hay alguien simpático esperando a que sean pareja, persona apreciando el amor en lugares tan duros como esos.

  Subieron al ascensor juntas. Catra iba con sus botas marcando el ritmo de una de sus canciones favoritas del momento: 1979 de The Smashing Pumpkins. Adora sonreía a la par. La pantalla de la maquina señaló que solo faltaban dos pisos para llegar a su destino.

- Adora - le susurró la morocha aprovechando que no había nadie más - ¿Puedo darte un beso?

  La rubia se sonrojó y asintió con la cabeza mientras se acercaba a corresponderle. Fue tan delicado, dulce, de ensueño. Sus labios no se soltaron hasta sentir que las puertas se abrían, y el miedo a ser descubiertas no les permitió seguir con el beso. Sus manos se rozaron al salir, una calidez de travesura de adolescente.

  Catra se quedó parada en el borde del pasillo, viendo cómo Adora avanzaba hasta la puerta de la sala de juntas. Pensó para sí misma: "Miedo. No le tengo miedo a que nos vean, no hay nada en que nos pueda afectar. Pero es tan lindo saber que puedo volver al juego de arrancar un romance, una relación. No me importa si es pública, pero esa sensación de privacidad y secreto bien guardado, de confort y confianza... sentir que Adora y yo podemos llegar a ser algo más que 'compañeras de trabajo', pensar que esos besos puedan significar algo más que un saludo."

- Buen día, jóvenes - les saludó Shadow Weaver, la secretaria de Hordak. - hoy necesito hablar con ustedes. Apure el paso, señorita Applesauce Meowmeow, sea como su compañera y llegue temprano.
- Llegamos juntas...
- Pero usted se queda ahí parada sin hacer nada... en fin, no importa. Por favor, entren a la sala de reuniones que quiero hablarles.

  Ya sentadas en sus sillas asignadas, Shadow Weaver les comenzó a hablar con su seriedad de siempre.

- Como ya deben imaginarse, el señor Hordak está ansioso por escuchar novedades de su misión. ¿Lograron abrir la puerta blanca o están en eso?