Capitulo 11

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            Sanando




Esa noche soñé con una cama grande, con sábanas de seda y el olor del mar por detrás del balcón. Unos brazos largos me abrazaban, sentía las sábanas sobre mi cuerpo desnudo, gire y unos ojos verdes me miraban.

-Hola esposa.

-Hola esposo.- Jugaba con el anillo en mi dedo anular, me beso y sonreí en su boca.

-¿Preparó el desayuno? .- Dije levantándome.

-Yo quiero desayunar otra cosa.- Sus ojos se encendieron de un momento a otro y me acorralo entre sus brazos. Nuestros cuerpos estaban bajo la sábana, se puso encima de mí, toco mis caderas desnudas y tomé su cuello, jugando con su cabello. Me sentía plena, feliz, dichosa de tener a Michael a mi lado. El olor natural de Michael inundaba mis fosas nasales, mezclado con el olor del mar, volví a sonreír en su boca.

Toque su mano y la junte con la mía. Su mano era mucho más grande, su calor era diferente y cuando nos separamos unos ojos grises con un contorno azul me miraban. 

-Thomas.- Su nombre en mi boca era un susurro apenas y audible.

-¿Ya no soy esposo? Sra Mikaelson.- Sonreí, no sabía porque pero mi corazón se llenó de felicidad. Ambos nos besamos, nos tocamos, pasó sus largos dedos por mi cintura, metió su lengua en mi boca y me llené de ella. 

Sentía crecer su miembro en mi muslo y mi humedad comenzó a hacerse presente, beso mi cuello y puso su mano en mi seno, abrazandolo y pellizcando mi pezón, bajo su boca por mi clavícula, bajo hasta mi seno y succiono mi pezón erecto. Gemi al contacto de su boca y arqueé mi espalda.

-Thomas .- Dije en un susurro. Su boca bajó hasta mi ombligo y su lengua dibujó un camino por mi abdomen. Tome las sábanas con fuerza y sentí que mi corazón palpitaba cada vez más fuerte y mi zona también. Sus besos se detuvieron justo en mi vientre, abrí los ojos levemente.

-¿Qué pasa? .- Pregunté  jadeante.

-Me gusta cuando dices mi nombre y llegas al orgasmo con mi apellido.- El cosquilleo de mi zona palpitante se hizo aún más presente.

-Tommy, por favor.- Eso pareció encenderlo más y volvió a lo suyo. Besó mis muslos y subió un poco y donde mi cuerpo palpitaba, pedía a gritos de él y era bienvenido; posó su lengua. Mi boca se hizo una gran O, arqueé mi cuerpo hacia el.

-Tranquila Sra Mikaelson, siento que la pongo mal.

-Muy mal.- Intente decir entre murmullos. Puso su boca una vez más ahí y me deje ir. Las sensaciones de su boca y su lengua eran explosivas y sentía que llegaba, una sensación tan abrasadora que explotaría… y explotaría...

El ruido de algo rompiéndose me despertó, de varias cosas rompiéndose. Salí de la cama tambaleándose y corrí hacia el ruido. Escuché un grito en Alemán. Y gire.

-¡Espera! .- Dijo en cuanto me vio - Hay vidrios por todas partes.- Me detuve de golpe y mire hacia el piso, cientos de pedacitos de vidrio regados. Regrese a mi habitación medio dormida y buscando un par de tenis.

Cuando regresé Thomas estaba recogiendo los pedazos más grandes.

-¿Qué pasó?

-Quise sacar un recipiente y todo se cayó. Dumme Gerichte. Es sollte nicht da sein.

-¿Qué dijiste?

-Estupida vajilla, no debería estar ahí.

-Pues ahí se guardan las vajillas Thomas.

Los Hijos de Anfield: El Legado (#2)  [Completa ✔️]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora