— ¿Para cuando el chape, Argentina? México no va a estar disponible para siempre. — Criticó el uruguayo.
— Boe, boe, boe, calmate un toque, primero me tiene que invitar un café, unas medialunas...
— La recalcada concha de tu hermana.
— Relajame las tetas, Uruguay. Mira, siempre que lo saludo intento darle un beso. Solo falta tiempo, pero va queriendo.
......
Esto en realidad no pasó, pero quedó piola.