Corazón Pandillero (Komi-san wa Komishou desu x Tokyo Revengers)

Relación confusa

-Aun tenemos 10 minutos antes de que acabe el almuerzo- sentados de forma común, una chica de cabello azul miraba el reloj.

-¿Que piensas hacer?- aún con comida en su boca, el chico castaño a su lado pregunto.

-No se... Ahora que somos amigos de Komi-chan, ¿deberíamos intercambiar números no creen?- el resto de involucrados abrió los ojos con sorpresa.

-¡Claro! ¿Porque no había pensado en eso?- golpeandose la cabeza con la mano, Hanamada saco su teléfono.

-Quizás no lo habías pensado... Por qué no tienes cerebro...- escupiendo su comida, el pelinegro no pudo evitar reír ante el comentario del rubio -Incluso Shou-chan sonrió por eso...- ruborizada y confundida, la pelimorada giro la cara de manera rápida.

-Descuida Komi-san, Yu-kun está acostumbrado a llamar a todos por un nombre con un apodo- limpiando dónde cayeron la migas de su almuerzo, Tadano respondió ante la cara confundida de la chica.

-¡Claro que tengo cerebro idiota! ¿¡Sino como explicas que este en preparatoria!?- al mismo tiempo se desarrollaba una pelea entre Hanamada y Yukio.

-No lo sé... ¿Quizás por suerte?- reteniendo con una pierna al castaño, el rubio sonreía con suficiencia y satisfacción mientras comía su golosina.

-Ustedes dos... De verdad...- sobándose la sien, Rumika sonreía de manera molesta al ver a sus amigos.

Para el resto de la clase, estos chicos sin duda parecían una mala influencia para su Madonna.

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-Y entonces tenemos que x es igual a 4...- de vuelta en clases, el timbre del último periodo sonó -Bien clase, terminamos por hoy- saliendo para darle paso al último profesor del día, muchas personas se reunieron alrededor de Komi.

-Tal parece que todos te tienen miedo... Tadano-kun- delante de su asiento, una persona extraña se hallaba; de cabello lila, ojos cafe oscuro y una sonrisa confiada, este se sentó sobre el pupitre del pelinegro.

-¿Te conozco?- tratando de evitar el mayor contacto con el personaje frente a el, Tadano agachó la vista.

-No me pareces familiar, pero de todos modos soy Osana Najimi- saltando del reposo de libros, se presento -Soy el amigo de la infancia de todos en la escuela- aún más molesta por las palabras del ser frente a el, el pelinegro se recostó en su mesa.

-Bien chicos hora de empezar la clase- entrando por la puerta, un hombre con gafas puso libros sobre su escritorio.

×××

-Mi clase es aburrida, al menos ustedes dos disfrutan poder estar juntos- quejándose de su suerte, Hanamada se llevó los brazos sobre la cabeza.

-Rumika hizo amistad con unas gyarus... A mi todos me evitan...- lamiendo su paleta, Yukio veía con tranquilidad a sus amigos.

-Deberias comportarte más como una persona normal, ¡eres muy guapo! Si yo estuviera en tu lugar ya tendría novia- recibiendo una patada en el estómago, el castaño cayó sofocado de rodillas.

-¿Y que piensan de esos dos tortolitos?- dejando sus discusiones de lado, ambos chicos veían la amenidad de la pareja.

-Es muy pronto para dar un veredicto...- sonriendo, Yukio escupió el palo de su paleta -El no es el tipo de personas abiertas con todo mundo...- abriendo una nueva golosina, la metió a su boca.