Hace un par de días estuve viendo la película "El cadáver de la novia" ¿saben? La del cineasta Tim Burton y hubo una escena que hasta ahora me deja pensando, es cuando Lord Barkis Bittern está brindando por Emily después de ser "derrotado", él levanta la copa y le dice textualmente:
-Pero antes brindaré por Emily, siempre la madrina, pero jamás la novia, dime querida, ¿un corazón que fue destrozado puede seguir latiendo?
Y ¡wow! Esa frase me marco muchísimo, cuantas veces hemos tenido el corazón roto por diferentes circunstancias, jamás se sabe lidiar realmente con ese dolor y ahí entendí, cuando el corazón es destrozado se siente como si se detuviera, a eso súmale un millón de decepciones, perdidas, traiciones y tienes una maravillosa copa de vino llena de veneno.
El dolor es simplemente asfixiante, es como si una espiral de ansiedad te consumiera y solamente quedara un agujero negro muy profundo en donde solo puedes ver lo que te daño una y otra vez, como si fuera una especie de limbo en el que ves tu muerte como si fuera un bucle, pero en este caso solamente tu mente te asesina repetidamente; Les daré un ejemplo el más común, cuando terminan una relación, en su entorno solo ven recuerdos la cosa más mínima como una roca en el suelo puede abrirles un panorama entero de la escena que vivieron como si una película se reprodujera en ese preciso instante y ahí lo ven:
Una escalera de piedra en frente de la casa de él, recién tuvieron una discusión, solo están sentados, mirando hacia el suelo, tú estabas por irte, pero algo te mantuvo ahí una fuerza magnética llamada amor y también la esperanza de que se solucionara, lo viste tomar una roca muy pequeña y con un mínimo esfuerzo él la lanzo hacia tu cabello intentando romper esa tensión que parecía una pared, luego tomo otra y repitió el mismo ritual haciéndote voltear, te hizo sonreír un poco aunque no querías hacerlo, ahora quien tomo la roca fuiste tú, apuntando en dirección a un árbol que estaba frente a ti, atinaste, la tensión se rompió como esa pequeña roca al impactar con el tronco duro, ambos comenzaron una competición para saber cuál de los dos lograba darle más acertadamente y aunque solo tú tuvieras buena puntería él también atinó perfectamente, pero en ti.
Cuando despiertas de ese lapso, sabes que no regresara esa felicidad, que aunque fue momentánea el recuerdo te carcome, ya no ves a las rocas iguales, solamente su nombre trae amargura; así mismo con una gran cantidad de cosas, lugares, canciones hasta climas te saben distinto, porque en donde en algún momento hubo colores ahora pareces enceguecer.
Ahora bien, el dolor no solo se basa en una ruptura, pero es algo que muchos recordamos.
Para una persona tan pasional como yo, todos los sentimientos son intensos, inigualables, su punto medio o su línea límite es inexistente, por eso he tomado como punto de partida con el que más familiarizada estoy, el que he abrazado como un amigo por más de 9 años.
A pesar de todo, creo que es el único que se quedara conmigo, que jamás va a abandonarme, a excepción de la felicidad o el odio, que en mí es tan pasajero como las nubes, tan efímeros que a veces me es tan difícil recordarlos, en parte lo comprendo porque me autosaboteo cuando llegan cosas menos amargas, pero mi zona de confort me frena y me regresa a un lugar conocido.
Nunca se me había pasado por la cabeza, describir como lo sentía y nunca entendí por qué las personas que me rodeaban miraban con molestia o extrañadas cuando yo lloraba tanto o porque no me levantaba de mi cama, mentiría si dijera que no desearía que ellos por un día vivieran en mis zapatos ¿lo soportarían? O solo intentarían suicidarse, ya que la carga es muy pesada, no lo sé.
Asfixia es la otra definición clara he tenido, cuando me llegaban noticias duras las manos me temblaban a tal punto en que ni podía sostener un vaso de agua bien, sentía como un golpe y solo podía quedar estupefacta por unos minutos hasta reaccionar, después las lágrimas se desbordaban solas y las piernas flaqueaban, lo más terrible no era eso, sino, los temibles días después cuando mi pulso era lento, cuando mi mente estaba en blanco porque algo peor que los recuerdos era no recordar absolutamente nada; Mi cuerpo se sentía pesado, solo me convertí en muchos fragmentos de lo que en algún momento fue una persona, ahora que lo pienso ¿Aún soy alguien? O nada más un animal entrenado para vivir, una especie sin alma y lo más importante sin un corazón, porque él está roto, tan roto como aquella roca.
ESTÁS LEYENDO
Travesía de una adulta con rasgos adolescentes
Teen FictionClaramente estoy fuera de mi, no pretendo agradar ni dar lastima, estoy harta de buscar una compresión de las personas que me rodean. Mi objetivo con esto es desahogarme y intentar explicar como vivo mis emociones. En pocas palabras soy una persona...