Había una vez una niña y una madre que Vivian en San juan de Lurigancho, a la niña en su barrio le decían "la caperucita del barrio" porque cuando tenía 10 años se pintó el cabello de rojo. Un día su madre molesta le mando a visitar y llevarle su táper de comida a su abuela residencia en la parada, lo que Caperucita no sabía era que su mamá tenía un problema con ella, ya que la abuela no la incluyo a su hija en los papeles de la herencia del terreno por ser una mala hija y solo incluyo a su hijo, por eso la mama loca le echo raticida a su sopa del táper, el táper era del partido de Keiko.
Pero en eso su tío al que le decían "El Lobo" porque tenía un parecido al cantante José Luis Arroyo de "el lobo y la sociedad privada," vio escondido como la mamá le hecho racumin al táper de comida que era destinado para la abuela, y en eso "El Lobo" se fue a alcanzarla en limosina, porque su tío tenía una línea de mototaxis, a impedir que la "caperucita del barrio" entregue el táper con la comida envenenada.
En el camino Caperucita iba toda contenta en su combi escuchando cumbia, cuando en la ventana observaba que una persona le hacía señas desde un mototaxi ¡Era su tío!, quien trataba desesperadamente pasar la voz a caperucita que estaba palteada, en eso en un descuido El Lobo choca su limosina en el panamericano norte perdiendo de vista a caperucita
Al fin la caperucita de barrio llego a su destino la casa de su abuela, la abuela se come la comida que le trajo caperucita, después la abuela bota espuma por la boca y cae patas arriba, caperucita buscando ayuda llama a un señor que resulto ser de la clínica Jesús del norte al que lo apodaban "el leñador de piernas", para confirmar que la abuela fue envenenada, caperucita culpa en el ja su tío por las actitudes sospechosas que tenía, mientras nadie supo que la culpable fue la mamá.
Al lobo lo culparon de homicidio y cumplió su condena en el penal 2 de Ancón cumpliendo una pena de 15 años de pena privativa de libertad.
Y así es amiguitos como es cerca del penal de Ancón 2 se escuchan los gritos del lobo "No cambien la constitución".