Narra Ville
Iba con Varg en camino a su casa, me estaba preparando mentalmente para tener que soportarlo toda la noche, para evitar manifestar el asco que me da el simple hecho que me toque... Estoy harto, ya no quiero vivir de este modo. Al llegar, bajé del auto y entré a la que esta noche será mi cárcel; Varg encendió el televisor y estaba el noticiero. ¿Desde cuándo Varg ve las noticias?.
Me quedé boquiabierto cuando en la pantalla apareció el vehículo en el que Øystein y sus amigos me sacaron del colegio aquella tarde en que mi verdugo casi me mata. La vagoneta estaba madreada, había cristales rotos y también estaba ahí una ambulancia.
Ville: ¿Pero qué ha pasado? -dijo para sí mismo-
Varg: Es la vagoneta de tu salvador ¿No? -preguntó entre risas-
Ville: ¡No te rías!
Varg: ¿Tú me lo vas a impedir? Quiero ver que lo intentes
Ville: Hubo un accidente y te estás burlando ¿Te das cuenta que eso puede pasarte también?
Varg: Por eso te dije que los accidentes pasan -volvió a reír-
Ville: Espero que no hayas tenido algo que ver con ese accidente
Varg: ¿Qué insinúas? ¿Que yo provoqué ese accidente?
Ville: No me sorprendería si lo hubieras hecho, de ti se puede esperar cualquier cosa. Sólo espero que estén bien quienes se hayan accidentado
Varg: Tampoco soy tan malo ¿Crees que he sido muy malo contigo?
Ville: Malo no, lo que le sigue
Varg: Justifica tu respuesta, jodida puta
Ville: Me insultas todo el tiempo, me humillas, me golpeas, me violaste y me forzas a satisfacer tu insaciable apetito sexual, me amenazas si me niego a alguna de tus peticiones para que acceda a obedecerte y por si eso fuera poco ¡CASI ME MATAS!
Varg: Me he pasado de bueno contigo -rió- si fuera tan malo como lo dices, ya estarías muerto
Ville: ¡Pues morir sería mejor que estar contigo! -llora de coraje-
Varg: Escucha bien, pedazo de mierda -lo tomó del cuello- el día en que ya no me sirvas para nada, me voy a deshacer de ti con mis propias manos; mientras te jodes y obedeces porque si no lo haces, tus papitos pasan a mejor vida -lo soltó para darle una bofetada que lo dejaría en el suelo- ¡Levántate! -lo pateó- Y quítate la ropa si no quieres que yo te la quite
Mientras Ville hacía lo que su verdugo le había ordenado, sólo deseaba que Kjetil y los chicos estuvieran bien.
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Sonó el teléfono en casa de Øystein y respondió su madre. En la llamada le dijeron que Kjetil tuvo un accidente y que lo habían trasladado al hospital. Inmediatamente llamó a su hijo.
Øystein: Hola mamá ¿Pasa algo?
Sra. Aarseth: Cariño, llamaron del hospital, tu amigo Kjetil tuvo un accidente
Øystein: ¡No puede ser! Voy para el hospital, gracias mamá
Sra, Aarseth: Allá te veo
