Duskwood: el hombre tras la máscara

17. Sólo relájate

El silencio se había adueñado del salón, ninguno de nosotros se atrevía a hablar. Todos nos sentíamos devastados, pero eran Jessy y Jake quienes más afectados estaban: ella porque Richy había sido su mejor amigo, y él porque se culpaba por no haberse dado cuenta antes de lo que estaba ocurriendo.

Luego de un rato largo Phil rompió el silencio:

Phil: Creo que deberíamos celebrarlo, ¿no?

MC: ¿De qué hablas ahora, Phil?

Phil: Bueno, parece que su amigo mecánico está vivo, así que pronto podremos pedirle cuentas. ¿Qué tal si nuestro querido hacker se encarga de rastrearlo mientras nosotros nos divertimos? Tengo alcohol de sobra en la furgoneta.

MC: Deja de decir tonterías, por favor.

Phil: Vamos, linda, escapé de un incendio. ¿No brindarás por verme sano y salvo?

Jake: MC no puede beber, está bajo tratamiento médico.

Phil: ¿Ah, sí? ¿Qué te ocurre, muñeca?

MC: Un cálculo renal. Y deja de llamarme cosas, tengo mi nombre.

Phil: Lo siento, lo siento, es mi forma de hablar, te prometo que intentaré controlarlo.

Gabe: Phil, mejor sal y mueve la furgoneta de delante de la casa, llama demasiado la atención. Llévala a la parte trasera, donde tenemos el auto.

Phil se levantó con una sonrisa y salió silbando. Volvió al poco rato con una caja en las manos, llena de botellas de todo tipo:

Phil: He hecho una pequeña selección, no sé qué le gusta a cada uno.

Lo miramos en silencio, sin movernos de nuestros puestos, y él puso los ojos en blanco mientras ampliaba su sonrisa:

Phil: ¡Oh vamos! ¿En serio son tan tiesos todos? No les estoy pidiendo que se emborrachen, sólo quiero que nos relajemos un poco. Después de tantos problemas y tanta adrenalina, ¿no creen que se merecen un descanso?

Jessy lo pensó un segundo, se puso de pie y fue hasta la cocina a buscar unos vasos. Cuando regresó junto a nosotros, seleccionó una de las botellas, llenó un vaso por la mitad y se sentó de nuevo:

Jessy: Pues tienes razón, estoy cansada de llorar y tener miedo. Al carajo, hoy no quiero pensar en nada.

Y de un golpe se bebió todo el contenido.

Phil: ¡Eso es! ¿Y tú, Jake? Me encantaría brindar contigo. ¿Bebemos la copa de la paz?

Jake: Lo siento, no bebo.

Phil: Vamos, lo que dije antes fue una broma, no todo tiene que ser trabajo para ti. ¿No tienes ganas de soltarte un poco? Te vendría bien...

Al decir esto último hizo un pequeño gesto con los ojos, señalándome. Jake lo miró serio por unos segundos y se volteó diciendo: "Gracias por tu preocupación". Después se volvió a sentar y tomó su laptop, ignorando todo lo demás. Phil se encongió de hombros y sirvió un vaso para sí mismo.

Phil: Bueno, ya saben dónde están las bebidas. Sírvanse lo que quieran, yo voy a celebrar.

Se sentó aparentemente feliz sobre una silla y ya no dijo nada más.

Yo los dejé solos y salí al portal, necesitaba aire fresco para ordenar mi cabeza luego de todo lo que había escuchado. Todavía me costaba creer que hubiese sido Richy todo el tiempo, simplemente era demasiado duro. Una mezcla de tristeza y rabia crecía en mi pecho, y recordaba una y otra vez las imágenes de su ataque con lágrimas en los ojos. Algo dentro de mí se negaba a aceptarlo. ¿Por qué, Richy?