Taehyung codeo a Jungkook, llamando su atención en cuanto vio a Jimin entrar tarde al comedor para cenar. El azabache frunció el ceño de inmediato de solo recordar el escandalo que había hecho hacia unas horas. Lo odiaba, le caía mal por maleducado entrometido, pero por sobre todas las cosas, por estúpido vulgar.
—Lo hubiera matado. —gruñó Jungkook, viendo como el rubio cenizo llegaba hasta donde estaban, ignorando las miradas de los superiores del lugar.
—Aun no, todavía nos sirve. —susurró Taehyung.
—Cuando tengamos eso me va a dar gusto matarlo.
—Me encanta esa faceta tuya, eres tan sensual. —dejó ver una pequeña sonrisa solo para su amado y luego le dio un pequeño beso, enfocándose nuevamente en su comida.
Jimin ni siquiera escuchaba lo que decían sus compañeros alrededor, se encontraba algo adolorido por el golpe y aun bastante enojado ante la idea de no poder hacer caer al padre Yoongi, de hecho, ni siquiera estaba allí con todos para comer, ¿en dónde se había metido? ¿Acaso seguía escondiéndose?
Hoseok estaba al lado, solo comiendo. Tenia más sueño que ganas de vivir, por lo que no andaba tan hiperactivo como de costumbre.
—Eres demasiado ruidoso. —habló Taehyung, sorprendiendo un poco a Hoseok ante el hecho de ser quien comenzara la conversación.
—Solo cuando me conviene. —dijo Jimin, posando su mirada asesina sobre el rubio.
No estaba de humor para sus cosas raras, ya de por si tenia que aguantar a esa muñeca horrenda sobre la mesa y la jaula vacía por debajo, ¿Qué mierda les pasaba?
—Hazlo de nuevo y mueres.
—Ay si, ay sí. No estoy de humor ahora.
—No me importa. —observó como Jimin de pronto solo lo ignoraba, volteando levemente a ver el lugar y captó de inmediato lo que buscaba, sabiendo que se trataba del hombre santo al que tanto deseaba a solo unos días de conocerlo.— No vas a ganártelo así.
Jimin alzó una ceja, volviendo su mirada hasta el rubio. Este lo miraba de forma inexpresiva, sin poder leer muy bien que era lo que buscaba con esos comentarios. Nunca hablaba, hasta les costaba una vida poder arrancar alguna palabra de su boca, pero aquella noche al parecer había despertado su lado hablador porque sacaba platica hasta de lo más mínimo.
—¿Entonces cómo? Fui a meterme a su cama en bolas y el muy tonto no hizo más que echarme.
—Eres un tarado vulgar, no sabes ser sensual ni provocativo.
Jimin largó una risita, realmente divertido ante lo que escuchaba: —¿Eres el rey de la provocación o qué?
—Yo podría llamar la atención de quien se me cantara. —dijo, muy seguro de lo guapo que era y de las miradas que despertaba.
—Si, eres guapo. —dijo Hoseok, sin medir sus palabras, por lo que se ganó una mirada de completo odio de parte del azabache.
—Cuidado con lo que le dices. —gruñó Jungkook.
Jimin se acomodó mejor en el lugar, ignorando a los otros dos y más centrado en Taehyung. No tenia idea de a donde quería llegar el rubio con eso, pero si le interesaba.
—Si tanto alardeas... a ver, enséñame. —dijo, realmente intrigado sobre el supuesto modo en el que debía hacer las cosas para tener éxito.
Taehyung juntó ambas manos, cruzando sus dedos y su barbilla en estos, pensando en lo que le iba a decir de un modo en el que hasta un bruto como él comprendiera.
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Santos Lugares: St Francis Folly | KookTae
FanfictionCuando Jimin es abandonado en un reformatorio para menores de edad, pronto se da cuenta que hay personas mucho más crueles y locas que él, pero sobre todo, que en este mundo existen misterios y cosas fuera de su control. Sin querer, queda en medio d...