00

96 8 16
                                    

Ya llevaba tiempo cogiendo con aquella mujer que me volvía loco a tan punto de seguir las órdenes tan estúpidas de nunca quitarle el maquillaje que llevaba en la cara para no revelar aquella identidad que le avergonzaba que supieran. Saltando todo el tiempo sobre mi miembro mientras lo único que se escuchaba en aquella habitación eran mis jadeos y los quejidos de aquella bailarina de Pole dance Exotic.

Yo, Zeke Jaëger; dueño de un bar y prostíbulo donde aquella bailarina de nombre artístico Akimitsu me había quedado encantado por aquel cuerpo tan perfecto que cargaba con ella. Le había tomado de las mejillas para besarla mientras aquella chica se movía de un lado a otro metiendo más mi pene en su vagina embriagando el ambiente en éxtasis y placer. Yo, Zeke, dueño de un hospital honorable siendo jefe en este en el que las noches me escapaba y en los días lo atendía.

— cásate conmigo, Akimitsu. — le pedí después de venirme dentro de ella quien jadeante saco mi miembro parándose tranquila de ahí. Nego de nuevo, llevaba meses que no podía siquiera escucharla hablar, no era muda y lo sabía pero su voz aquella que ni siquiera en gemidos eh escuchado pronunciar mi nombre se marchó después de acomodar su ropa de trabajo para salir de mi oficina.

Yo, Jaëger; quien puede tener a cual bailarina, mesera y bartender quisiera en este lugar moría por preñar a Akimitsu quien no se mostraba más haya de un maquillaje y su traje.

Un honorable médico se enamoró de una bailarina de Pole dance después de haber perdido a aquella chica que tanto amo alguna vez en otoño. Una castaña inteligente con quién su cuerpo consumió hasta quedar satisfecho y se marchó un día después sin siquiera dejar una carta.

“te extraño leve.

Leve.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora