Ocean Drive - Oscar Piastri {+18}

III.- You Could Be My Baby

2 Semanas Después. 

El timbre del departamento de Arabella sonó, la rubia se dirigió a abrir con una enorme sonrisa, porque las últimas noches, todas y cada una de ellas, le habían pertenecido a la misma persona, en cuanto abrió la puerta, se encontró con un sonriente Oscar. 

-Pasa-dijo Arabella, quién aún sentía una chispa recorrer su cuerpo cuando pasaba por la entrada de su casa, realmente ese fue uno de sus encuentros más inolvidables. 

-¿Sabías que mañana tenemos que llegar a las 5:00 am para el entrenamiento?-preguntó Oscar mientras se sentaba en el primer sillón que encontró. 

-Mmm de hecho sí, a las 10 am tienen que grabar algunos videos para las redes sociales de Prema-comentó mientras se sentaba sobre su regazo. 

Él sonrío ante la cercanía de ella-¿Irás mañana?-preguntó mientras depositaba un suave beso en el cuello de la rubia.

-Sí, todos nos estamos preparando para el viaje a Mónaco-comentó con alegría. 

A Oscar se le iluminó la cara cuando ella habló sobre el próximo GP al que irían-¿Estás lista?-preguntó mientras buscaba una de sus manos para entralazarla con la de él. 

-¿Para Mónaco? por supuesto que estoy lista-respondió mientras despeinaba suavemente el cabello de Oscar. 

El piloto australiano conectó su mirada con la de Arabella, la encontraba tan fascinante, sus profundos ojos verdes se habían convertido en uno de sus lugares favoritos, sus labios rositas siempre lo mantenían con los deseos más inapropiados, al verla detenidamente, río al darse cuenta que ella estaba usando una camisa azul cielo que él había dejado la semana pasada en el departamento. 

-Creo que esta camisa te queda mucho mejor a ti que a mí-comentó con una risilla-cuéntame Arabella, ¿me extrañabas y por eso decidiste ponerte mi ropa?-preguntó divertido mientras acariciaba uno de los muslos de la rubia. 

Bella río con su pregunta-Por supuesto que te extrañaba, pero ya sabía que vendrías-reconoció sin pena alguna. 

-¿Tan rápido ya me extrañas?-preguntó con toda la intención de ponerla nerviosa. 

-No sólo yo te extraño a ti, tú también a mí querido australiano, de otra forma, no estarías aquí todas las noches-respondió con una sonrisa que reflejaba seguridad. 

Sabía que no había forma de intimidarla, porque a cada cosa que él le dijera, ella iba a responder de manera inteligente, pero aún así, era un juego que quería perder, con tal de seguir pasando el tiempo junto a la rubia que lo tenía tan fascinado. 

-Yo sí te extraño-reconoció mientras dirigía sus caricias hacía su mejilla-extraño ver tus ojos verdes, tus sonrisas, escuchar tu risa-dijo mientras acercaba sus labios a su cuello-extraño el olor de tu perfume, ver tu cabello pero ¿sabes qué extraño más?-preguntó mientras ella le sonreía-sin duda tus besos-comentó para después darle un corto beso-y todas las noches extraño sentir todo eso que me provocas-reconoció mientras acariciaba su cabello. 

Arabella río con el último comentario que Oscar le hizo, acercó su rostro para darle un beso bastante suave, le había dado ternura todo lo que él recién le había dicho, de alguna forma se había acostumbrado a que la tratarán bien, pero no podía evitar sentirse emocionada con las palabras del australiano. 

-Si es así, siempre que me extrañes puedes venir-dijo cuando se separó de él. 

-Bella, Bella-dijo en ese tono que se estaba volviendo característico en él-Eso es lo que hago-reconoció-Solo espero a que Rob se meta a dormir para escaparme aquí-dijo en una risilla.