Por favor,...miénteme más..

-Capitulo 1-

-Por favor Sack...no me dejes...- Suplique mientras las lagrimas inundaba mis ojos- por favor, te lo ruego- dije mientras sus ojos vacíos y carentes de emociones me miraban.

-Ya te lo dije hace un momento Mike, no te amo, jamás lo hice...nada fue real, solo fueron mentiras- Soltó sin tacto alguno y con una expresión seria.

-Entonces, por favor...miénteme más..-dije mientras tomaba su brazo y evitaba que saliera del departamento en el que en algún momento fuimos felices, o al menos eso quería creer- por favor...-

-Está bien, pero que quede claro Mike, todo...es una estúpida mentira- dijo para soltarse bruscamente y subir a la habitación, dejándome parado en la entrada con el rostro lleno de lagrimas.

No se en qué momento llegué a esto, como fue que comence a mendigar el amor de alguien, más específicamente el amor de Sack, la verdad no lo sé, se que está mal y que no debería ser asi, pero yo se que en el fondo el me ama tanto como yo a el, estoy seguro de que todo lo que dijo no fue verdad, solo esta pasando por un momento difícil y en realidad si me ama y me aprecia.
Solo debo ser fuerte para el y todo mejorará, yo lo sé.

Me limpié el rostro y fuí a la habitación de invitados, supongo que Sack no me quiere ver por ahora y la verdad, yo tampoco quiero verlo, no después de la reciente discusión.
Entré al cuarto y cerré las cortinas de la habitación. Entré al baño, contemplé mi reflejo en el espejo, mis ojos estaban inflamados y rojos por tanto llorar, mis labios estaban ligeramente rojos, pues tiendo a morderlos cuando me siento mal o algo estresado, abri el grifo y con mis manos tomé un poco de agua para después enjuagar mi rostro, senti el agua fría recorrer mi cara y escurrir un poco por mi cuello, mojando mi camisa gris, tomé una toalla de la repisa y me sequé.
Me acerque a la tina y empujé el tapon al fondo de la bañera para después abrir el grifo y dejar que esta se llenara.
Salí del baño para buscar mi pijama, pero entonces me di cuenta de que yo no estaba en mi habitación, si no en la de invitados, por lo que tendría que ir a la habitación y ver si Sack me deja sacar mi ropa.
Después de unos veinte minutos después de que la bañera se llenara me decidí por fin a subir.
Salí de la habitación, subí las escaleras y cuando llegué arriba, el pasillo para llegar a la habitación me parecía más largo de lo normal, comencé a caminar hacia la puerta color chocolate que estaba al final del pasillo, cuando ya me encontraba frente a la misma, puse mi mano en la perilla plateada e intenté girarla, pero como supuse mientras venia, la puerta tenia seguro, la verdad tenía la pequeña esperanza de que pudiera entrar sin tener que hablar con Sack, pero en vista de la situación no tengo otra opción.
Con algo de miedo toqué a la puerta, espere unos segundos a ver si Sack me decía algo, pero no pasó así que toqué una vez más para luego preguntar
–Sack, ¿puedo pasar?–esperé unos minutos y justo cuando pense que no abriría o diría algo la puerta se abrió.
–¿Que quieres?– me preguntó con un tono frio y al parecer algo disgustado por mi presencia.
–Necesito sacar mi pijama y otras cosas para poder bañarme y pasar la noche en el cuarto de invitados,¿Me dejarías pasar a buscar mis cosas?– pregunté viendo al piso, no me sentía lo suficientemente seguro de mi mismo como para verlo a los ojos o tan siquiera ver su rostro después de lo que pasó hace apenas una hora.
–Pasa y aprovecha a sacar todas tus cosas de la habitación, llévalas a la habitación de invitados, esa será tu habitación a partir de hoy, no quiero volver a verte en esta recámara–dijo con una voz fría y mirándome desde la entrada de la habitación.
No supe que responder, no esperaba para nada que dijera eso, estaba apunto de negarme cuando dijo.
– Y mejor no intentes debatir o algo por que la verdad, si quieres o no, me da exactamente igual , no te quiero aquí asi que apúrate y saca tus cosas si no quieres que las agarre y las aviente por la ventana – Dijo con un tono de enojo que jamas en lo que llevamos de relación había escuchado, la verdad me dió un poco de miedo asi que solo me limité a asentir con la cabeza y comence a sacar mi ropa de los cajones, mientras lo hacía lo escuché decir
–Voy a estar en la sala, avísame cuando hayas terminado –sin mas lo escuché caminar por el pasillo hacía las escaleras.
Cuando me aseguré de que ya estaba en el primer piso, pude mirar y moverme con mas libertad en la habitación, por alguna razón cuando el me veía sentía que cualquier cosa que hiciera lo podría empeorar todo, fué hasta ahora que me dí cuenta de que nuestras fotos, aquéllas que en algún momento se encontraban en la repisa ahora estaban tiradas en es suelo, las sacó de los cuadros y las desgarró, también había roto un gato negro de cerámica que le regalé en su cumpleaños y así fui encontrando muchas otras cosas.
La verdad me sentía mal, pero espero que todo mejore, esto solo es un mal momento, pronto pasará y todo será como antes, lo sé.
Después de una media hora, de subir y bajar cosas, al fin salí de la habitación con las últimas prendas de ropa y demas artículos que me faltaban por guardar, bajé las escaleras y me acerque a la sala, vi que Sack estaba viendo una serie en la televisión, me acerque un poco y le dije
–Ya terminé, ya...puedes volver arriba– el solo me volteó a ver y dijo
–Esta bien– y siguió viendo al televisor.
Sin más me alejé de la sala y entré a la que ahora sería mi habitación.
Tomé el baño que había dejado listo hace como media hora, me puse la pijama, encendí el aire acondicionado, me acosté y traté de dormir pero, estaba tan acostumbrado a dormir con Sack, a sentir sus brazos rodearme, me acostumbré tanto a su aroma y a su presencia que ahora, estando solo en esta habitación no podia conciliar el sueño, me dieron las tres de la mañana,  lloré gran parte del tiempo, no sabía que había hecho mal y asi después de tanto pensar, me quedé dormido en la obscura soledad de mi nueva habitación.