15. VIII & IX

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Al día siguiente de ese suceso comenzó la vigésimo novena semana, fue grande la sorpresa de los agentes al darse cuenta que al llegar a la oficina estaba abierto, todo en su lugar, pero la luz estaba presente en la oficina de Yosano.

Ranpo fue el primero que reaccionar, se irguió.

-Son los chicos -murmuro, y esto fue suficiente para que todos fueran a ver.

En la enfermería el albino estaba conectado a aparatos incluyendo oxígeno y el azabache estaba sentado en la camilla a su lado, recargado en la almohada, pero solo estiraba la mano acariciando los mechones del albino.

Vieron a Yosano, lucia cansada, y no dejaba de preparar y ver documentos médicos, seguía en piyama, pero no había querido dejar a los jóvenes ni un momento.

El azabache los volteo a ver con lágrimas en sus ojos.

-Es Atsu -susurro viendo al menor.

Yosano se dio cuenta de que habían llegado y vio el reloj extrañada, eran ya las siete y media de la mañana llevaba ahí desde las cuatro de la madrugada.

-Akutagawa, llevas horas despierto, no le hará bien al bebé, por favor duérmete, no quiero tener que sedarte.

Llego en ese momento Dazai, que se alarmo al no ver a nadie en la oficina, el azabache veía a la doctora.

-Sabe ya que tiene ¿cierto? -dijo con la voz rota- quiero saber... necesito saber.

-Akutagawa el bebé, tus feromonas se afectaron de nuevo.

La verdad Yosano había tenido el diagnostico desde hacía un buen rato, pero sabía que al azabache le afectaría mucho, y tenía miedo por el bebé.

-Por... por favor -susurro el azabache y la doctora no pudo con su cara, asintió, tomo papeles, médicos.

Ayudo al azabache a bajar de la camilla, desde que el albino había colapsado sentía espasmos dolorosos en su vientre.

-Tenemos un problema -hablo Yosano y fueron a la sala de juntas, el azabache se detuvo un segundo más a ver el cuerpo inconsciente del albino, Dazai coloco su mano en el hombro del azabache.

- ¿Estas bien? -pregunto sinceramente preocupado por ambos.

El azabache se mordió con fuerza el labio, intentando contener las lágrimas, comenzó a asentir un leve sabor metálico en su boca, pero asintió, el castaño supo que no era verdad... solo no quería romperse.

Tuvieron que esperar en la sala de juntas, apenas saber que algo estaba mal Gin, Chuuya y Mori fueron lo más rápido que les fue posible.

Yosano y Akutagawa se veían verdaderamente exhaustos cuando los otros llegaron y eso solo los preocupo más.

-Que sucedió -pregunto Mori extrañado de que no fuera el azabache- ¿fue un ataque?

El azabache negó con la cabeza y Yosano lo ínsito a que comenzara a explicarles.

-A-anoche -comenzó a decir con la voz rota- A-Atsushi... se levantó... muy rápido, fue a la cocina... intento usar aire frio... no podía respirar, fui con él, me asusto, mucho, solo... no lograba respirar, y tosía... no me di cuenta en ese momento, pero... tosió sangre, y después comenzó a perder la conciencia, le dio una hemorragia nasal, y calló inconsciente, ya había llamado a Yosano... y... y...

El azabache se detuvo con los ojos llorosos, mordiendo nuevamente su labio ya lastimado, Yosano lo miro y le hizo un gesto indicándole que estaba bien.

-Lamento no haberme comunicado con ustedes -continuo Yosano- ayer cuando llegue encontré a ambos muy mal, no al grado de usar mi poder, pero... casi, le di un tranquilizante a Akutagawa que lo durmió por una hora, llame a un viejo amigo, que me ayudo a transportarlos en una ambulancia aquí... por obvios motivos no podía ser en un hospital común, pero sabía que aquí tenía todo el equipo necesario por lo cual no me preocupe... el bebé está bien, alterado, ya que Akutagawa recibió una fuerte impresión que altero gravemente sus feromonas... cuando despierte Atsushi los puede ayudar, pero, eso tardara unas horas.

Corazones comprometidos AtsuAku M-pregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora