📖SETENTA Y NUEVE📖

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«-... los 4 mejores promedios de la academia, talentosos y muy obedientes.

-¿cómo lo sabes? - pregunto Ami interesada.

Yo seguía intentando terminar la comida del día, pero tratando de alargar lo más posible la hora de la tortura.

-mis pequeños conejillos de indias me lo dijeron - informo la de lentes - quizá no lo sepan, pero a los mejores promedios de la academia los dejan elegir que especialidad tener, así que todo el mundo se sorprendió cuando los 4 mejores eligieron sin chistar el cuerpo de exploración... - hizo una pausa pensativa - apuesto lo que quieran a que Erwin vio la oportunidad perfecta, ¿qué pasa si pones a 4 prodigios con el soldado más fuerte de Paradis? Dudo que Erwin organice los escuadrones sólo porque si, así que es el único motivo que se me ocurre para que haya nombrado a Levi como capitán.

-¿me acabas de decir incompetente, cuatro ojos? - inquiri ofendido.

-No, no, no. Solo digo que ¿por qué justo ahora te nombró? Pudo hacerlo el año pasado o el año anterior a ese, ¿por qué ahora y con un conveniente escuadron? - explicó nerviosa.

-ella tiene razón, quizá quiere demostrar algo o planea algo grande - añadió Ami creyendole ese cuento.

-me da igual lo que quiera, si sobreviven será cosa de suerte - insistí.

-¡Buenos días, Capitán Levi! - saludaron frente a mi, justo detrás de Ami.

Se trataban de un grupo de personas que no conocía. Las observe sin ánimos y espere a que se fueran, pero se quedaron ahí esperando respuesta.

-eh, chicas, chicas, dejen de molestar a su superior mientras come - se apresuró a decir Hange invitando a marcharse a las recién llegadas.

Las mismas se quejaron con murmullos y lentamente se movieron hasta que desaparecieron de mi vista. Volví a comer, con la sorpresa de una sonora carcajada de Hange.

-pero vaya, nuestro Levi es famoso entre las reclutas, ¿eh? - se carcajeo.

-bah, hasta Maullatan es más agradable que el - se quejo Ami con peor furia de la que la había visto expresar antes.

-no, no, todo el mundo creer que Levi es bastante atractivo - añadió Hange controlandose un poco - y su mal genio las hace estar completamente a sus pies. Por eso Erwin también recibió muchas solicitudes este año, todo el mundo habla del soldado más fuerte.

-bien por el, tiene más peones para su juego - me queje.

-aja, pero todos vienen por ti - insistió Hange.

-tsk, pues todos pueden volver por donde vinieron - susurro Ami levantándose. - me voy ahora, tengo que preparar a los que les salvarán la vida a todos ustedes.

Y sin mas se fue. Hange la siguió con curiosidad y luego me miró a mí.

-¿pelearon?

-no.

-si no es eso, es lo otro, entonces - dijo llevándose una mano a la barbilla - llevó pensando en esto desde que supe que no eran parientes, pero...

-¿ahora de que demonios hablas? - si, estaba buscando excusas para no terminar mi desayuno a tiempo y una buena perdida de tiempo era hablar con Hange.

-nada, nada, solo digo que alguien no parece feliz de la atención que recibes - insinuó. - me pregunto ¿desde cuando comenzó todo?

Suspiré. Estaba delirando, seguro era eso. No estaba de humor así que me resigne y me puse de pie.

-es muy temprano para tus demencias - le dije antes de marcharme.

Como esperaba, llegué a tiempo a la reunión con los reclutas a mi cargo, los cuales también ya estaban ahí y en cuanto me vieron se pusieron firmes, listos para recibir indicaciones. Era una mini copia irritante de Erwin: soldados de los pies a la cabeza. Los evalúe con la mirada, el único que faltaba era el recluta de Ami, lo cual estaba justificado.

-buen día, Capitán, el comandante Erwin nos a asignado con usted, un placer - saludo un chico alto y rubio.

-¿sus nombres? - me obligue a preguntar.

-Erd Gin, señor - se presentó el mismo que antes.

-Petra Ral, señor - dijo la única mujer del grupo.

-Auruo Brossard - dijo el siguiente, tenía una actitud arrogante, pero lo dejaría pasar.

-y yo soy Gunther Schultz, señor - se presento el último, parecía alguien tranquilo.

-bien, pónganse sus equipos y muentrenme que saben - dije de mala gana.

Primero vería que tan inútiles eran y luego vería que hacer con ellos. O por lo menos eso pensaba. En menos de 5 minutos estaban listos y apuntó de surcar los aires, les autorice a moverse y lo observe crítico a cada movimiento. «Hange tenía razón, eran 4 prodigios», me queje mentalmente. Pará cuando terminaron su exhibición y aterrizaron limpiamente frente a mi, dejé que se calmaran antes de hablar:

-bien, me los quedó - dije como si tratasen de objetos - la única condición esque ninguno hará nada estúpido que ponga en peligro a otros...

-¿incluso si es de vida o muerte? - quizo saber Brossard con un tono que me pareció insultante.

-con mayor razón si es de vida o muerte - dije sin seguirle el juego - allá afuera solo sobrevivirán si siguen el plan, así que limitense a eso.

-pero... - insistió el mismo.

-eso es todo, se pueden ir. - lo corte tajantemente.

Y antes de que ellos se movieran, me marche primero, dispuesto a gritarle un poco a Erwin. Lo encontré en su oficina.

-sabía que vendrías - saludo desde su lugar junto a la ventana.

-¿así que enviaste a los mejores a propósito? - fui directo al punto.

-¿qué otra cosa pude haber hecho? - dijo volteandome a ver.

-mantenerme fuera de tus tonterías era la mejor opción - respondí sarcástico.

-¿sabes porque solo sobrevivieron Hange, Arai y tu la última vez? - pregunto cambiando el tema. No respondí - salir de las murallas requiere algo más que solo llevarse bien y esperar que nadie muera. Si sus reclutas hubieran sido lo suficientemente capaces, habrían sobrevivido con ustedes. - camino a su escritorio y tomó asiento - Un escuadron se conforma de confianza, lealtad, liderazgo y habilidad, si falta alguno de ellos todos mueren.

-si así son las cosas, explicame ¿por qué han muerto tantos a tu cargo? - le dije - Farlan e Isabel tenían todo eso y dime donde están ahora...

-¿de verdad eran capaces? Ya haz visto a los titanes, así que responde si ellos habrían sobrevivido más de una vez - me respondió, parecía que el tema también le molestaba, claro que era más por el fracaso general de la misión. Hizo una pausa esperando mi respuesta que sabía que no le daría y luego continuó: - Trabajarás con los soldados que te asigne y sobrevivirán, no importa cuanto te quejes. Y por si no te ha quedado claro, aún hay muchas personas ahí afuera que recuerdan tus crímenes, puedes entregarte si no haces lo que te ordenó.»

Imagen: ©️ a quien corresponda.

Levi's diaryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora