Tu Pequeño Juguete

Abriendo Los Ojos

[Narra Billy]

Estaba terminando de jugar al baloncesto en el equipo de la uní.

Es martes, otro día lluvioso y oscuro, son las seis y media de la tarde, y es otro aburrido día...

Me encontraba saliendo de las duchas, cuando Nathalie me llamó para hablar un momento en su clase, a pesar de que no estábamos en horario escolar.

-Hola Billy. (Dijo serena y tranquila)

-¿Que pasa profesora? (Dije arisco, ya que estaba bastante cansado)

-No te preocupes, no voy a tardar mucho (Dijo con una sonrisa) veras, te eh llamado para que me respondas a una pregunta: ¿que le está pasando a Steve Harrington actualmente? (Dijo algo preocupada)

La pregunta me pillo desprevenido, pensaba que me iba a regañar por haber clavado un boli a David, o por la cantidad de partes que me habían puesto.

-Esta enfermó. (Respondí seco, con los ojos cansados y aburridos)

-¿Que se supone que le pasa? Porque para que esté una semana sin venir me parece preocupante... (Dijo con una ceja levantada, y sin fiarse de mi)

-Gastrointeritis, se está cagando de arriba a abajo. (Dije sacando un cigarrillo, de la cajetilla que tenía en mi pantalón)

La profesora, no estaba muy contenta con la respuesta que le di, se quedó callada, mientras me miraba fijamente.

-Pues... dile que se recupere de mi parte. (Dijo caminado hacia la puerta) y... Billy

-¿Dime? (Dije encendiendo el cigarrillo)

-No fumes en clase. (Dijo con una pequeña sonrisa en su cara, y largando se del aula)

Yo solo rodé los ojos, le di una calada y me fui hacia mi piso.

Tengo que hablar con Steve.

Al volver al piso, Steve seguía en el sofá, no se había movido de allí en toda la semana.

Me acerque a él y me para hablar.

-Steve, me están empezando a preguntar por ti... (Me interrumpió)

-¿Quién? (Dijo algo ilusionado y curioso)

-Dejame terminar, (Steve asintió) sabes, estoy hasta los cojones de verte aquí, sentado como una puto trozo de basura, me das pena tío, tuve que mentir para que no se enterara de la gilipollez que tienes dentro de tu putisima cabeza.

-¿Podrías, dejar de pensar en la puta de Nancy y el cabrón de Jonathan y ignorarlos de una jodida vez? (Dije bastante enfadado y con una mirada seria y fija en sus ojos)

Steve no contestó...

Se le veía pensativo, preocupado y algo agobiado, pero el sabía que yo tenía la razón, y que no podía evitar nada, haciendo lo que hace, es más puede que incluso sea peor.

-Haz lo que te salga de los huevos, pero te aviso, como me vuelvan a preguntar les digo la verdad, no voy a estar en cubriendo te para siempre.

[Al día siguiente]

Eran como las siete y media de la mañana, y es un miércoles soleado, estaba profundamente dormido hasta que alguien encendió la luz de mi habiteación, y entró por la puerta.

Obviamente era Steve, se estaba lavando los dientes mientras me despertaba y me hacía gestos para que fuera con el, parece que tenía algo de prisa...