—Hola Evelyn— la muchacha sentada en el escritorio sonrió, mientras Draco tomaba la taza de te que había en el mostrador—. ¿Me podrías dar la lista de lo que debía ir a comprar hoy?
—si claro— el muchacho tomó un sorbo del té de manzanilla, la muchacha se volteó con los papeles y se los entrego—. Draco, cuídate hay mucha gente mala por las calles de Londres. No te lo digo sólo cómo tu asistente privada si no también cómo una amiga.
— tendré cuidado, lo prometo— el rubio tomó la lista antes de abrir la puerta para irse de ese lugar, se dirigió a la cocina dónde tomó una caja de Ferrero Rocher y la devoró en menos de 10 minutos.
Tiró la caja y se marchó. Su camisa blanca estaba perfectamente planchada y el pantalón igual de perfecto era de un negro oscuro. Cuando el muchacho llegó al shopping fue a la primera tienda de la lista, era una tienda de ropa
Cuando esté entró fue cegado por la luz del lugar, una chica rubia de pelo corto se acercó a el
—Buenos días, Soy Megan ¿Que andaba buscando?— tenía un top negro con un pantalón negro y una pulsera LGBT+. El chico sonrió antes de comentar que necesitaba.
La chica le ofreció dos pantalones uno blanco y otro de color negro. También unas camisas, blanca, color vino, negra y un sweater rojo carmín
—Todo es realmente hermoso y estoy realmente indeciso— el rubio sacó su tarjeta de crédito antes de hablar—. Me lo llevo todo
La chica sonrió deslumbrada tomó la tarjeta y la pasó por la máquina. Draco tomó las bolsas de compra junto a su tarjeta y se despidió de ella.
Siguiente tienda, era una tiendita verde que claramente era de postres. El entró y pidió unos macarrones
Se los dieron en una casa rosa y blanca, pago y se marchó. La última tienda era de perfumes
Estaba viendo la fragancia que iba a comprar cuando escuchó una voz familiar
—¿Cuánto salé ésto?— la señora de la caja miro a Harry de abajo hacía arriba y río antes de decir
—tu nunca podrías comprar eso— Draco se acerco a la caja para pagar su perfume y miró a Harry de reojo—. Hola señor Malfoy, serían 1.000 galeones
A Harry casi se le cae la mandíbula al ver cómo el rubio saca los billetes sin protestar y los dejaba en la mesa
— disculpé señorita pero, ¿Hay algún problema aquí con mí amigo?— la muchacha abrió los ojos cómo platos—. ¿Cuánto sería su perfume?
—500 galeones— dijo la mujer aún incrédula, Draco sacó unos cuantos billetes y los dejo en el mostrador.
Luego le extendió la bolsa con el perfume a Harry y tomó la suya. Cuando salieron del negocio Harry lo acorraló contra la pared
—Eres un presumido— Draco sonrió y lo tiró al piso fácilmente con un movimiento. El rubio lo miro desde arriba
—algunas cosas no cambiaron Potter y dos de ellas son que: me gusta acerté enojar y otra que te vez muy lindo enfadado—
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el reencuentro
FanfictionHarry y Draco se cruzan en una tienda de nuevo luego de 9 años sin verse, ambos están sorprendidos. Un reencuentro podría cambiarlo todo