«Había demasiadas cosas que no sabía de Erwin Smith y otras muchas que no comprendía, de hecho la anterior sólo era un ejemplo de ello. Pero, había algo seguro en todo esto: no tenía otra opción, o seguía las órdenes de Erwin o bien podía olvidarme de la libertad de la que gozabamos Ami y yo.
Con el paso de los días, procure mostrarme menos renuente al tema, pero la sensación de constante vigilancia por parte del comandante no me hacía demasiada gracia. Y por si fuera poco, Hange se las arreglaba para aparecer en todos lados burlándose de alguno que otro encuentro fortuito con alguna recluta cuyo nombre me interesaba poco. Ni siquiera Ami parecía de buen humor esos días, cada que aparecía en el comedor miraba con desprecio a cualquiera que se nos acercara.
-¿sabes?, el propósito de los meses previos a una expedición es relacionarse con los reclutas - comentó Hange una tarde.
Se supone que después de la llegada de los nuevos peones de Erwin, disponíamos de 5 meses para entrenamiento y planeación. Ya había transcurrido un mes y medio.
-¿en serio? ¿No me digas? - le respondió sarcástica Ami azotando su bandeja de comida.
-demasiado temprano - me queje ante su mal humor.
-tu ni me hables - soltó señalandome con su cubierto.
-¿y ahora que se supone que hice? - pregunté confundido.
-¿existir? - bromeó Hange, ella tenía sus propias teorías descabelladas.
Bufé. Hange se enfrasco en un interrogatorio a Ami, la cual se limitaba a responder con si y no (sobre todo no); al final, casi llegada la hora del entrenamiento:
-y por el premio mayor - dijo la de lentes sosteniendome por el brazo para evitar que me fuera antes - dígame, señor Capitán Levi, ¿por qué usa ese pañuelo? Todo el mundo se pregunta el porqué un soldado invencible siembre busca vestir elegante...
-llevas 3 semanas haciendo ese tipo de preguntas, ¿qué te traes entre manos, cuatro ojos? - desvíe el tema.
-bueno, digamos que hay una buena cantidad de chicas pagando por cualquier información tuya - explicó inocente.
-¡¿estas traficando conmigo?!
-¡no! Solo estoy ayudando a unas agradables chicas que están muuuy interesadas en acercarse a ti.
-que estupidez - se quejo Ami.
-estoy de acuerdo con la amargada del día - dije señalando a Ami.
-oh vamos, solo responde, nos conviene a todos, ¿de dónde crees que ha salido el dinero para pagar el alcohol de las últimas semanas? - suplico la castaña.
-espera, ¿de verdad las haz estado estafando? - pregunto Ami incrédula.
-no es estafa, ellas quieren información y da la casualidad que yo la tengo, así que hacemos un justo intercambio que paga nuestro alcoholismo...
-deberías dejar de beber - le sugerí intentando soltarme de su agarre.
-lo considerarépero, por ahora, responde - insistió aferrándose más.
-no responderé tu estúpida pregunta...
-diles que es por si se le atraviesa algo que limpiar, debe estar siempre listo para la limpieza - se burló Ami, vaya que ahora se divertía por el acoso constante que yo vivía.
-dudo que sea para eso, parece ser de buena calidad y nadie en su sano juicio usaría ese tipo de tela para limpiar - comentó Hange.
-bueno, Levi no es alguien tan sensato si lo piensas - añadió Ami.
Estas dos mujeres me sacaban de mis casillas. De nuevo intente escapar, sin mucho éxito.
-bueno si no es para limpiar, sin duda es solo para aparentar elegancia - razonó Hange negandome mi huida.
-no creo, lo usaba desde nuestra ciudad natal...
-oh, en ese caso... - la castaña se giro a verme con una sonrisa insinuante - te trae buenos recuerdos usarlo, será que se trataba de una promesa importante, o quizá...
Di un tirón más fuerte de lo esperado, haciendo que Hange se tambaleara un poco y Ami se sorprendiera.
-podrías dejar de hablar estupideces por una vez en tu maldita vida - dije antes de ponerme de pie y marcharme.
Los que pagaron los comentarios de Hange fueron mi escuadron, a quienes puse a entrenar sin descanso hasta la hora de la comida.
-¿Dónde estabas? - me cuestionó Ami cuando aparecí en el comedor de nuevo. No respondí. - Oye, yo no tengo la culpa de lo que dijo Hange, ni siquiera sé porque te molesto, ya sabes como es, eran solo brom...
-Kuchel - respondí para hacerla callar.
-¿eh? ¿Quién es ella? ¿Y qué tiene que ver?
-¿si respondo me dejaras tranquilo? - quise saber, como si ya hubiera hecho un gran esfuerzo con decir aquel nombre y así era.
-eso depende de lo que digas.
-bien... - comencé a decir.
Aún no llegaba Hange y ya que todo el mundo estaba haciendo su respectivo escándalo en el comedor, no había de que preocuparse, aunque tampoco esque me quitara el sueño que se enterasen de lo poco que sabía.
-el pañuelo es de la Kuchel, la mujer que me dio la vida - simplifique - murió unos años antes de que te conociera y según descubrí era una prostituta, por lo que cualquiera pudo ser mi padre. - lo que menos quería (hacer llorar a Ami) lo logre con solo esas pocas palabras.
-cuando te conocí... Dijiste que no tenías familia - dijo ella con voz entre cortada - ¿por qué hasta ahora lo mencionas?
-nunca lo vi necesario...
-¿ni cuando mis padres y la abuela fallecieron? - me atacó, no importaba que dijera, ella siempre se molestaba conmigo.
-¿qué habría cambiado? La muerte de Kuchel no se compraba con la de tus padres y la de Meghan - respondi lentamente.
-sigue siendo tu madre, Levi. Hayas vivido o no con ella, el dolor es el mismo.
-no lo es.
-si no lo es, ¿por qué usas el pañuelo? Vas a negar lo que dijo Hange, si es un recuerdo de nuestro hogar.
-aquel lugar nunca fue nuestro hogar.
-no es como si aquí sí sea nuestro hogar, ¿no lo crees?
-nosotros nunca tuvimos ni tendremos un hogar - comente, recordando la amenaza de Erwin.
-algún día formemos uno - sugirió. - uno que sea verdaderamente nuestro, donde nadie esté en peligro y podamos tener la vida que nos negaron al nacer.
-estas pidiendo mucho.
-para nada, solo estoy deseando todo lo que todo el mundo y de verdad espero que podamos vivirlo, por todos los que ya no podrán hacerlo.
-ya suenas como tu abuela...
-era mujer muy sabia... - aceptó con orgullo - además, es la única a la que obedecías.
-bajo amenaza.
-siempre dices eso, pero estoy segura de que si realmente no quisieras hacer algo, no lo harías.
-si, típico de los Arai...
Las lágrimas habían cesado, sólo quedaba la extraña sensación de una abrumadora melancolía. Así era cada día de nuestra vida, lleno de pérdida y ni los buenos momentos borraban los malos recuerdos.»
Imagen: ©️ a quien corresponda.
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Levi's diary
Fiksi PenggemarMiembro de la Legión de Reconocimiento, proveniente de la Ciudad Subterránea, hijo de una Ackerman, soldado, compañero, líder, amigo... ¿Qué más podría decir para describirlo? Levi Ackerman, uno de los grandes héroes. Pero... Aún hay más que contar...