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Capítulo 2: Peleas y heridas

Ethan llegó a la caravana, durmió cómodamente, al despertar, no vio a su novia por ningún lado, supuso que se fue a casa para arreglarse, abrió la puerta de la caravana para salir al exterior, una vez ya vestido. Vio a Felicité con la mochila verde oscura colgada de su hombro (ella le estaba dando la espalda) y a Derek hablando con ella.

-No Derek, vamos a ver, sólo me preocupo por ti. Eres importante para mi.- Exclamó Felicité y Derek rodó los ojos, dijo cabreado -Pareces tonta, eh. No me importa perderte, tenerte es cómo no tener a nadie, me doy cuenta de que se te cae la baba conmigo. Supérame, no te voy a querer nunca. Eres rara, no eres guapa y nadie te va a querer. Pero ¿sabes qué? nunca vas a ser Adrianne Ness.- Derek miró detrás de Felicité y vio a su hermano totalmente serio y Felicité sin darse cuenta de quien estaba detrás de ella habló -Puedo no parecerte guapa, y sé PERFECTAMENTE que no te gusto, pero yo sí te quiero, y eso no lo hace cualquiera.- Felicité se gira y al ver a Ethan cae en sus brazos, totalmente rota y él dijo con voz tranquila -Venga amor, ve dentro- Ella hizo caso, entró tambaleándose, al cerrar la puerta Ethan habló alto y claro -Eres imbécil, está bien que la rechaces- Se quedó callado pensando y continuó hablando -No está nada bien que la hayas rechazado, ella es preciosa, tiene unos ojazos y unos sentimientos tan nobles... Nadie en este puñetero mundo se la merece, yo preferiría tenerla a ella antes que a cualquier otra persona al lado.- Se va enfadado y deja a Derek hablando solo, cierra la puerta de un portazo, ve a Felicité en la cama, boca abajo, supone que llorando porque ve que su espalda sube y baja, acompañado de hipidos bajos. Felicité habló claramente -¿Por qué no me pude enamorar de alguien normal? ¿Por qué no me pude enamorar de ti?- El ojiazul la miró sorprendido, la morena levantó la vista y vio a Ethan con un gesto de sorpresa y él dijo -Vamos Fizzy, no digas eso, ni yo te merezco, eres tan jodidamente buena.- Se acercó y besó su frente, volvió a hablar mirando a la ojiverde a los ojos -No trates cómo prioridad a quien te trata cómo opción- Al terminar de decir eso, acomodó el pelo de Felicité detrás de la oreja.

¿Quieres ir a clase?- Ethan preguntó, entonces Felicité habló -Con la condición de que mañana no vayamos y que hagamos una pijamada- Ethan aceptó sus condiciones (era extraño porque a ninguno de los dos les gustaba perder clase) y se pusieron en marcha hacia el instituto.

-Venga, nos toca latín, ya sabes cómo es Minerva- Se apresuraron, la profesora casi les cierra la puerta en la cara pero llegaron a tiempo, se sentaron en sus respectivos sitios. Empezaron a sacar sus cosas y a ponerlas en orden en su pupitre, escuchó un zumbido y miró a Felicité (su compañera de pupitre) y preguntó -¿Has dicho algo?- Entonces ella dijo -Yo no, pero ella sí.- Señaló hacia la esquina de clase y estaba Olivia moviendo las manos exageradamente.

-Pst, hola chiqui.- Hizo un intento de susurro y Minerva la miró mal para acallarla y la profesora dijo -¿Alguien ha hecho los deberes que mandé?

-¿Deberes?- Dijo asustado Edward, el nombrado miró a Pade. Minerva dio por hecho de que ese par no tenía lo que ella pedía, y responde -Sí, señor Edward, la traducción de las frases que hicimos el último día.- Dijo la profesora con naturalidad mientras dividía la pizarra en dos.

Edward golpeó su cabeza en la mesa, en señal de frustración. Felicité tenía la mano levantada,  Minerva le hizo un movimiento de cabeza para que saliese a hacer lo que ella pedía. Felicité se levantó, se acomodó la ropa, siguió caminando hasta llegar a la pizarra, cogió el rotulador y empezó a copiar su frase "Ubi sunt qui ante nos fuerunt?" que traducido sería "¿Dónde están aquellos que vivieron antes que nosotros?" Minerva le dijo de salir a la pizarra a Ethan, quien nervioso salió. Felicité terminaba de revisar la frase y el nombrado al estar al costado de ella, rozó sus dedos, para Olivia ese gesto no pasó desapercibido, al volver al sitio, Ethan posó su mano en la rodilla de su amiga para darle seguridad. Siguieron saliendo compañeros, Minerva intervenía cuando tenía que explicar algo o tenía la necesidad de corregir algo. Al acabarse las clases, estaban en el patio, a nada de salir, cuando sintió cómo algo, más bien alguien se colgaba de su brazo, Olivia.