Los rumores cuentan que después de tan solo un año y ocho meses de gobernar, la reina podría estar considerando la idea de abdicar.
No era secreto para nadie en la corte, que su majestad estaba totalmente devastada luego de la muerte del rey, pues s...
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Julian Parker
Me encontraba en mi oficina desde primera hora de la mañana.
No salía a entrenar con Cassiel como era costumbre. Le había comentado que tenía mucho trabajo que hacer el día de hoy, es por eso que desde que hice mi entrada a este lugar no había salido ni siquiera para comer. Estaba consciente de que tenía que parar, sabía que necesitaba darme un descanso, pero yo debía hacer esto.
No quería decepcionar a nadie, quería demostrar que podía manejarlo todo, porque sabía que era capaz de hacerlo.
Por los últimos veinte minutos había estado leyendo un documento que requería de mi firma. Mis ojos repasaban una y otra vez las mismas palabras, pero nada hacía sentido en mi cabeza. Estaba cansado de leer y no poder avanzar porque no entendía absolutamente nada. Era como si mi cerebro se rehusara a procesarlas.
No lograba concentrarme ni siquiera para leer un simple documento, era clara señal de que debía detenerme.
Llamé a Gael, mi asistente, para pedirle que le ordenara a alguien que me trajera algo de comer. Decidí hacer una pequeña pausa para ello porque definitivamente necesitaba un descanso.
Más tarde tenía una reunión importante, necesitaba poder concentrarme, no podía darme el lujo de perder los estribos, mucho menos el día de hoy y en concreto, no en esa reunión.
Unas cuantas horas pasaron después de haber comido, y por fin haber terminado de leer el documento en el que tanto me estaba costando ensimismarme. La hora de la junta con algunos nobles había llegado, y ya nos hallábamos en la sala de juntas del consejo nobiliario.
—Es por eso, su señoría que le presento la siguiente moción —le escucho decir a alguien, pero ni siquiera sé quién fue porque no le estaba mirando.
Yo estaba intentando calmar el temblor de mis manos, esta reunión me tenía más estresado de lo que ya estaba, pues hay varios altos nobles aquí presentes, Una cosa es el consejo interno en la familia real y otra totalmente diferente, es el consejo nobiliario, y para llevar acabo el movimiento de guerra que tenía en mente, necesitaba su aprobación total, aunque de nuevo, esto es sólo protocolo, al final yo seguía teniendo la última palabra. Aceptaron, pero me habían pedido quedarme para resolver algunos asuntos más.
Por la mayor parte de la junta habíamos estado concentrándonos en cuestiones de la guerra, y de los problemas que se han presentado con la recolección de impuestos de los humanos. Los de aquella especie se estaban rehusando a pagar debido a nuestro conflicto con ellos, y si no hacíamos algo pronto, la economía de Aridum iría en declive. No podíamos permitir que aquello pasara, mucho menos cuando Claire había hecho tan buen trabajo con su plan para reconstruirla.
—Miren, tengo muchas cosas más por hacer —digo, volviendo mi mirada a la mesa donde estaban sentados los nobles pertenecientes al consejo—. Ya he escuchado muchas de sus propuestas y problemas, seguro que podemos dejar lo demás para una próxima reunión.
