Tn se apoyó en la barra de aquel bar, observando la clientela. No hacía muy buen tiempo, estaba lloviendo, así que aquel día no tenía mucho trabajo. La campana de la puerta sonó, indicando que acaba de entrar alguien.
Tn le miró, era un joven alto y atlético. Su pelo era de color blanco y llevaba una larga coleta baja, además de flequillo. Sus ojos tenían forma almendrada y una tonalidad de iris rosada. Vestía una elegante chaqueta blanca sobre un jersey de cuello alto negro y unos pantalones ajustados del mismo color.
A aquel bar, donde Tn trabajaba de camarera, entraba gente muy distinta. También chicos guapos, pero aquel llamó su atención enseguida.
Zen se acercó a la barra y se sentó en un taburete alto.
-Hola - saludó con una sonrisa. - ¿Me pondrías una cerveza, por favor?
-Claro - respondió Tn. Zen no era solo guapo, también era educado y amable.
La chica le sirvió la cerveza y le ofreció un pequeño aperitivo, invitaba la casa.
-Gracias - contestó Zen. Le dio un trago y sonrió.
Tn no tenía demasiado que hacer, así que sacó un trapo y comenzó a limpiar la barra y algunas botellas de alcohol que tenía tras ella y habían acumulado algo de polvo.
-Parece que el bar está algo vacío... - murmuró Zen, mirando los pocos clientes que había.
-Sí - respondió Tn, acercándose a él. - Es por el mal tiempo.
-Hoy he ensayado en un sótano que estaba tan húmedo que pensé que moriría - comentó el chico. - Me dio dolor de cabeza.
-¿Estás bien? - Preguntó algo preocupada. - No deberías beber alcohol si te duele la cabeza.
-Se me pasó cuando me di una ducha, gracias - contestó con una sonrisa. - Me apetecía tomar un trago, así que vine al bar que tenía más cerca.
-¿Es la primera vez que entras? - Preguntó la chica. - No me suenas...
-Sí. Qué mala educación, no me he presentado - sonrió a modo de disculpa. - Me llamo Zen.
-Yo soy Tn - contestó ella. - Encantada de conocerte, Zen.
El chico le dio otro trago a su bebida.
-Desearía poder enseñar donde hubiera mejor ventilación, pero supongo que así está bien - suspiró. - Espero que pronto pueda trabajar en algo nuevo y ensayar en salas de verdad, hechas para eso.
-¿Eres actor? - Preguntó Tn.
-¡Sí! - Exclamó alegre.
-Tiene que ser un trabajo muy bonito - sonrió ella. - Me alegra que te puedas dedicar a lo que te gusta.
-Muchas gracias - respondió Zen. - ¿A ti te gusta tu trabajo?
-Bueno, no me disgusta - contestó Tn, encogiéndose de hombros. - Trabajo aquí para pagarme las clases en la escuela de arte.
-Oh, ¿pintura? - Preguntó él.
-Sí - respondió. - Me encanta pintar, el arte, así que estoy estudiando para ser una buena pintora.
-¡Lo serás! - Exclamó. - ¡Yo estaré aquí para apoyarte, Tn!
La chica rió sonrojada.
-Gracias, Zen - sonrió. - Yo también te apoyaré.
Un cliente la llamó. Se disculpó con el chico y fue a atenderle. Un par de minutos después, volvió.
-¿Sabes? Me siento algo sentimental esta noche... - murmuró Zen, con la mirada baja.
-En esta oscura noche, las gotas de agua que se deslizan por mi ventana son iguales a tus lágrimas - dijo Tn.
-¿Qué? ¿Eres Shakespeare o algo así? - Preguntó mirándola algo confuso. - ¿Sois vos de la era victoriana? ¿O es lo que os enseñan en la escuela estos días? Supongo que estás siendo poética, aunque no sepa qué quieres decir.
Tn rió y negó con la cabeza.
-¿Yo lloro y tú te sientes sola? - Preguntó Zen, tratando de comprender aquellas palabras. - ¿Acaso quieres verme llorar? Si es así, solo tenías que decirlo. Supongo que me veo muy guapo cuando lloro.
-Justo cuando has dicho que te sentías sentimental, he leído la etiqueta de esta botella que estaba limpiando - sonrió dándosela. Zen la miró, venía escrita la frase que ella había dicho. - La leí en voz alta para ver cómo reaccionabas.
El chico rió.
-Estoy dentro de una organización que recauda fondos a través de fiestas benéficas - dijo Zen. - Hace año y medio murió la organizadora, amiga mía. Desde entonces no hemos podido hacer ninguna fiesta más. No puedo contarte porqué, es información confidencial, pero ahora hay otra chica que va a organizar una. Estoy muy contento de que podamos volver a celebrarlas, pero no puedo evitar sentirme melancólico.
-Te entiendo - asintió Tn. - Me alegro mucho de que podáis hacer las fiestas de nuevo, pero siento la muerte de tu amiga.
-Gracias... - murmuró Zen.
Tn tuvo que atender a un par de clientes, así que el chico sacó su teléfono para entretenerse. Cuando volvió, vio como Zen suspiraba.
-¿Qué ocurre? - Preguntó.
El actor le enseñó la pantalla de su teléfono, había una foto de un gato.
-Bonito gato... - murmuró con tono de duda. - No sé qué decirte, la verdad, no soy muy fan de los gatos.
Zen sonrió.
-A mí me dan alergia - contestó el chico. - Hay un miembro en la organización que siempre me está mandando fotos de su gata para molestarme.
Tn le miró con una sonrisa.
-Siendo honesta, me dan un poco de miedo - rió. - Desde que era pequeña. Soy más de perros.
-Me alegro - respondió Zen, guardando su teléfono. - La verdad, ese chico no me cae demasiado bien... No le odio, simplemente no me gusta su manera de ser. Ahora estaba hablando sobre sus empleados. Es el hijo del CEO de una empresa y decía que es más importante su productividad que su felicidad.
-Vaya, eso es pasarse un poco... - murmuró Tn. - La verdad, creo que es más importante la felicidad. Si un empleado no está cómodo en el trabajo, no creo que pueda esforzarse tanto como quiera su jefe, supongo. Los jefes no deberían olvidarse de que los empleados también son personas.
-Opino lo mismo que tú - contestó el chico. - Los directores deben ser cercanos a sus empleados. Por ejemplo, ahora mismo estoy trabajando con uno que nos compra comida con su propio dinero y se queda hasta tarde, al igual que todo el equipo. Sin embargo, hace poco tuve otro al que solo le importaba el dinero que fuese a sacar con la obra teatral y eso se reflejó en el escenario.
Zen miró el reloj de su bolsillo y le dio el último trago a su cerveza, terminándola.
-¿Te pongo otra? - Preguntó Tn.
-No, lo siento, debo irme ya - respondió el chico. - Se me ha hecho un poco tarde, tengo que volver a casa y hacer ejercicio. Ha sido muy divertido hablar contigo, Tn. ¿Podría pedirte tu número de teléfono?
-Claro - respondió sonrojada. Cogió un bolígrafo y un papel de las comandas. - Yo también me lo he pasado muy bien hablando contigo.
Tn escribió su número y le entregó el papel.
-Te escribiré en cuanto llegue a casa - sonrió el chico. - Nos vemos, Tn.
-Adiós, adorable Zen - se despidió la chica.
-Oh, mi corazón acaba de saltarse un latido - respondió sonrojado.
Tn rió y le vio marcharse, deseando volver a verle.
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GRUPIE LOVE 🤍 Zen (Hyun Ryu)
Fanfic«Time after time, writing my lines Havin' my baby there next to me It's so sweet pourin' you a drink And pretendin' that nothin' means anything» «Una y otra vez, escribiendo mis líneas Teniendo a mi bebé a mi lado Es tan dulce servirte un trago Y pr...