El Arte Maldito [INCOMPLETA]

Sin Cura [Actualizado]

-¿Se puede saber qué has estado haciendo?- preguntó Leonard con una voz entrecortada.

La dama algo incómoda al principio no sabía que decir, pero en unos momentos ella dijo con una voz firme y audaz:

-Sólo estoy intentando ayudar.- respondió Caroline, hablando por primera vez.

La expresión de Caroline era tan inexpresiva... ni se le puede verdaderamente llamar expresión, nunca se mostraba feliz o triste.
O al menos no de la forma que todo el mundo piensa, el lenguaje facial tiene tantos secretos...

Pero en ese caso, se podía ver perfectamente como ocultaba algo, algo importante que Leonard no sabía, siempre que ella estaba cerca de él se sentía incómoda o aterrada, pero a la vez quería protegerle.

Leonard con las palabras tragadas, va hacia el lienzo en un santiamén y dibuja una manzana, detalladamente con sombras añadido de colores rojizos de todas las diferentes tonalidades, una manzana tan realista como si la hubiese sacado de la realidad, plasmándola en la preciosa mentira que nos muestra el lienzo sobre el fino y cuidadoso pincel. Era un talento tan difícil de entender... El arte, tan delicado y majestuoso, inexplicablemente de comprender por la subjetividad que contiene este.

-¿Por qué eres tan rara?- Susurró Leonard mientras contemplaba su obra en cuestión de segundos, sin apartar la mirada y concentrándose en cada parte que estaba en ella y... Caroline volvió a quedarse sin nada que argumentar, siempre que el querido intentaba conocerla o saber un poco sobre quién era, nuevamente nunca le dirigía la palabra.

Al girarse supo que nadie más estaba respirando en aquella pequeña sala, liderada por una presencia ambigua por consiguiente. Y efectivamente se encontraba sin nadie más, sólo él y la soledad.

Caroline desapareció y se esfumó sin dejar rastro, por esa razón a Leonard le inundó el miedo. Ni siquiera quiso preguntarse el porqué lo hizo, sólo es consciente de su maldición.

- ¿Dónde estás?- Preguntó el joven para él mismo, mira a su alrededor, buscando entre los rincones más profundos de la habitación. Sin embargo, sigue sin encontrarla.