Él ni siquiera pensaba en el amor, pero apareció ella y sus sentimientos explotaron.
A ella tal vez le cueste empezar una relación de nuevo, pero son jóvenes y no hay que desaprovechar las oportunidades de la vida ¿verdad?
¡Historia en proceso!
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NARRA 3RA PERSONA;
— Gracias por dejarme ir con ustedes Hunter. —dijo la chica sonriendo.
— No es nada, ¿Mañana irás por el bajo verdad?.
— Si, iré por el.
La diferencia de altura era notable, aunque la chica no era pequeña, Hunter media más que ella.
— Bueno, entonces será mañana... ¿A que hora?
— Más o menos a las 5:30 de la tarde. ¿Estás desocupado?, podemos ir otr- —Hunter la interrumpió.
— Si, estoy libre, de ahí podremos practicar la canción que compuse.
— Bueno, está bien, aunque deberían de buscar un bajista extra, si es así podría aprenderme la canción en guitarra rítmica y bajo, ya sabes... Lo de los viajes y eso.
— Si, veré que hago con eso, solo espero que no vayas.
La tensión que había era obvia, pero no era incómoda, para nada. Tal vez era tensión.... ¿sexual?, o tal tez amorosa, o los dos al mismo tiempo, ni siquiera se si existe la tensión amorosa, pero era algo así.
De pronto, la chica de acerca a Hunter para besarlo, Hunter no supo cómo responder por los nervios, pero a los segundos se dejó llevar. Fue un beso tranquilo, sin ninguna intención más que expresar.. ¿amor? La chica se acercó más a él para poder poner sus brazos en el cuello mientras que sus manos iban por el cabello largo de este, mientras que el chico posaba sus manos en las caderas de aquella chica para poder profundizar el beso. Poco a poco se fue intensificando, el chico apretó más las caderas de la chica y esta jalaba un poco los cabellos del chico. Hasta que se dieron cuenta que estaban en medio de la calle en donde vivía la chica, y que ya llevaban mucho con ese beso, por lo que se separaron.
— ¡Nos vemos mañana! —le dijo la chica a él de cabello largo, corriendo hacia su casa.
El chico aún anonadado por aquel beso, quedó unos segundos ahí, para después darse la vuelta e irse hacia su casa en aquel carro.
[...]
Los chicos, Hunter, Kevin y Nikki, estaban en casa del primero, con otras personas las cuales la chica desconocía el nombre, solo sabía que era para buscar un bajista. Hunter le había pedido participar y ella accedió.
— Y las Zapatillas de Trepar como Arañas son para Malmsteen de Gorgoroth. —dijo uno de ellos.
— ¿Qué clase de nombre es ese?. —el doctor Sylvester se burló.
— No sé, papá. Pregúntale a alguna de tus amas de casa mientras les metes globos con agua en las tetas. —respondió Hunter con irritación.
— Cirujano plástico. —le dijo Kevin en voz suave a el posible nuevo bajista de la banda.
