Mi Presa, Mi Conejito, MI Denki

Capitulo 22

Concluido todo lo "extra" que tenía que hacer, se dirigió cerca del cuarto del rubio y fue por una jarra de agua que estaba allí cercas de la puerta; todos los pasillos tenían una mini mesa o repisa donde se colocaba agua para que aquellos que les llegara a dar sed en la noche no tuvieran que bajar hasta la planta baja; para posteriormente ir hacia la planta baja y depositarla en el lavabo, todo lo tenía fríamente calculado para no levantar sospechas, incluso el día lo había escogido meticulosamente siendo el viernes por la noche para que le sobrara sábado y domingo para cubrir cualquier desliz que pudiese cometer.

Una vez lo dejó abajo, regresó a paso lento y se detuvo en una esquina donde había un cuarto; antes usado para almacenar productos de limpieza y ése tipo de cosas que usan los conserjes; se adentró en él revisando que todo estuviera en orden, pues ése era el cuarto que usaría, de hecho sólo había quitado una que otra cosa y las otras las había dejado en su lugar, sólo había dejado un espacio libre lo suficientemente ancho como para moverse con facilidad y que a la vez quedaran las demás cosas que lo cubrieran en caso de un imperfecto en su plan.

Se recargó en la pared cerca de la puerta un instante, para después salir nuevamente en dirección a la habitación del rubio, sólo que ésta vez con intenciones de despertarlo. Se dirigió a paso lento y cauteloso a la puerta, una vez estuvo frente a ella tocó una sola vez pero de forma muy peculiar, no tan alto como para que lo escucharán las demás personas que estaban al lado de ése conjunto habitacional, pero lo suficiente como para que el blondo lo hiciera. Seguido de eso se fue, no corriendo, pero tampoco tan lento, y se instaló en la habitación en la que antes había estado; sólo era cuestión de tiempo para que pasara a la siguiente faceta de su plan, estaba seguro de que lo haría.

Mientras tanto, el rubio eléctrico al escuchar ése ruido similar a un azote, se despertó al instante, paró sus orejas para ver si oía algo más, pero no lo hizo; se quedó un rato más en su cama pensando en si levantarse o no, hasta que por fin lo hizo; se quitó las cobijas que tenía encima con desgano y procedió a caminar en dirección a la puerta, pensando. ¿Qué habrá sido?.

Se asomó a la puerta ya con sus orejas agachadas y con sueño, pero no vio a nadie, por lo que decidió salir un poco más hacia el pasillo, pero tampoco vio a nadie así que regresó nuevamente a su habitación. Y aunque tal y como lo había previsto el peli-verde sobre que al rubio le daría sed, no contaba con que tenía agua en su habitación, pero sin embargo ya también había tenido esa probabilidad en mente cuando ejecutó su plan, por lo que se puso a efectuar la ecuación dos de la faceta uno, esa era especial por si la primer estrategia fallaba.

El blondo cerró la puerta, pero nuevamente escuchó otro ruido, pero éste distinto al anterior, había escuchado como si alguien se hubiera tropezado/caído, pero no cualquier caída sino que una un poco como hueca, lo que le hizo sentir algo de duda por quién se habría pegado tan feo; como buena persona que es, se levantó de la cama y ésta vez salió sin una pizca de duda para ver quién se había golpeado, caminó unos pasos y no vio nada, por lo que decidió caminar más; llegó a la esquina del pasillo y nada, ciertamente que le hacía raro, rascó su cabeza con intriga, pero luego volvió a escuchar algo, cercas de las escaleras.

Podía sentirlo su presa por fin se estaba acercando, así que se posicionó mejor para poder salir rápidamente de su escondite y atraparlo.

Entre tanto, el rubio cada vez se acercaba más a la "trampa", pero siguió caminando sin indicios de nada, rendido se dispuso a dar media vuelta y volver por donde vino. Pero ésta vez al pasar por aquel cuarto en el que se encontraba Izuku, fue arrastrado al interior de el; el peli-verde al sentir su presencia por segunda vez, en un ágil movimiento abrió la puerta y lo jaló hacia adentro tapándole la boca y rodeándolo con su brazo libre para que no pudiera escapar.