El menor llega a su casa y se quita las botas con suavidad, dejandolas caer al suelo con algo de ruido de más. Sus párpados pesan y ni se entera cuando Conway ya está frente a él, mirándolo de forma reprochante.
- ¿David?. - Gordon se pone firme y pasa saliva al ver la mirada interrogante del otro.
- Hola, cariño. - Dijo nervioso. Jack rodo los ojos, cruzándose de brazos.
- ¿Me cuentas que cojones hacías afuera a las 3 de la mañana?. - Habló secamente.
David suspiro, rascando un poco su barba.
- Tengo... Hay que hablar. - Conway le miro, y Gordon pudo ver el miedo crudo en sus ojos. - No, hey, Conway, no es-
- ¿Por que? ¿Me dejarás? ¿Hice algo mal? Se que soy algo gilipollas, viejo y lento pero creí que iba bien y-y-. - Unos labios detuvieron sus palabras, suavizando sus emociones al borde de explotar.
Gordon acariciaba sus mejillas mientras Conway le tomaba de la cintura con posesión.
- Jack, escuchame, ¿vale?. - Sonrió levemente. El mencionado asintió, aún algo temeroso. - Tengo que irme de Londres. Serán unos meses, 5 máximo, 3 mínimo. Es importante, un tema que debo resolver y... que tampoco puedo contarte ahora mismo.
Conway escuchaba, frunciendo el ceño y soltandolo lentamente.
Al final, se apartó mirándole molesto (en realidad, era frustración).
- ¿Me dices que te vas, por meses, y no puedes contarme el PUTO POR QUE? ¡Gordon, no me jodas, eh!. - Dijo negando. - ¡Es injusto! Y tampoco me parece correcto.
David suspiro, pasando su mano por su rostro, ahora él frustrado.
- Conway, es urgente y muy personal. Cuando lo resuelva y vuelva, te lo contaré. ¿Me oyes? VOLVERÉ. Y no por la ciudad, ni su detestable clima, ni su jodido noseque. Será por ti. - Intento acariciarle la mejilla pero Jack se apartó para ir a la habitación a paso firme, cerrando la puerta de un portazo.
Suspiro y decidió que dormiría en el sofá.
- Genial, tío. - Musito mirando hacia el techo, juntando sus manos sobre su estómago y con las piernas estiradas.
Al cabo de unos minutos, el rubio platino se quedó dormido; algo incómodo pero logro conciliar el sueño.
Por parte de el moreno, éste no podía sentirse más frustrado, angustiado y asustado.
Frustrado por que su pareja siempre se esmeraba en ayudar a los demás pero cuando él tenía problemas, no se dejaba ayudar y mentía al respecto.
Angustiado por que sentía que su pareja no tenía suficiente confianza en él. (Algo que sí tenían perfectamente, solo que la personalidad evasiva de Gordon respecto a sus sentimientos era algo problemática).
Y al final, asustado. Asustado de que en el viaje, en el destino o incluso peor, en la vuelta le ocurriera algo a su Comisario favorito de cabello rubio castaño.
Asustado de que, otra vez, no pueda hacer nada al respecto si la persona que ama éste en peligro.
Suspira, ahora entristecido, viendo el techo con melancolía. Cerro sus ojos mientras una lagrimilla rebelde escapaba de su ojo.
- No quiero que te ocurra nada, David. -
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Conway se despertó al día siguiente, cerca de mediodía y cómo no, solo en la cama.
Fruncio el ceño, se levantó del colchón y camino fuera de la habitación, mirando todo desesperado.
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𝐇𝐚𝐬𝐭𝐚 𝐏𝐫𝐨𝐧𝐭𝐨 «𝐆𝐨𝐫𝐰𝐚𝐲»
RandomGordon debe irse a Marbella para encontrar pistas al respecto de un tema familiar y cerrar una etapa en su vida, con el único riesgo de dejar a su pareja por unos meses, los cuales pueden ser un antes y un después en la relación.