01. extra

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La boda se había llevado a cabo en México.

El ritual religioso que normalmente se hacía en la iglesia ya se habi elaborado. Ahora solo faltaba ir hacia el salón para la fiesta.

- Me voy a desmayar - dijo la peligris, respirando con dificultad.

- Tranquila, no pasa nada - intento calmarla su madre.

Ambos enamorados ya cumplían con veinte años.

Al entrar en aquel salón llevaron a la novia a una habitación pequeña, por lo que ella tenía entendido, era para esperar a que los invitados llegaran. Lo mismo con el novio.

Quien a pesar de ser el psíquico, parecía estar a punto de morir.

- ¡Creo que no está respirando! - exclamó el sr. Kuniharu.

La esposa del mencionado se acercó para ayudar a su hijo.

- ¡Solo inhala y exhala! - ordenó ella, pero al notar que su hijo apenas y sabía dónde estaba, le dió un zape.

Consiguiendo que regresará a la tierra.

- Nosotros nos encargamos - comentó Hairo, entrando en la habitación con sus amigos por detrás.

La madre del japonés asintió no muy segura, y sin más salió de ahí.

- Escucha, Saiki - el de pelos morados se sentó a su lado y lo abrazo por los hombros - Tienes que mantener la paz, recuerda que después de esto viene la luna de miel.

- Eres un asco - sentenció Aren, a su lado Shun asintió.

- Como sea - el sr. Kuniharu sonrió y sus mejillas se tornaron ligeramente rosadas - Es hora de hablar de... eso.

- Ya es tarde para esa charla, papá.

- ¿Cómo? - el se extraño, alzó una ceja y miro a su hijo acusador - ¿Me estás diciendo que ya no eres puro?

Kusuo giró los ojos, Toritsuka soltó una risita y Kaido junto a Kuboyasu se miraron con incomodidad.

- Bueno, lo importantes aquí es que todo va a salir bien - afirmó Hairo, aliviando el ambiente.

(...)

Los invitados ya había llegado, unos más temprano que otros, por lo tanto algunas personas aún felicitaban a los recién casados.

- No aguanto este vestido - murmuró Ophelia a su enamorado.

Quien sonrió con diversión.

- No te preocupes, igual te lo voy quitar.

- Kusuo Saiki - murmuró ella con sorpresa, dejando un golpe en el brazo del mencionado.

En ese momento se apareció el tío de la peligris, con toda la familia por detrás.

- Estoy tan feliz - exclamó él adulto, lloriqueando levemente - Jamás creí verte en un vestido.

Anderson sonrió sus ojos humedecer un poco, la verdad es que ella nunca había tenido una figura paterna. Lo más cercano a eso era su tío. Quien siempre actuó como tal.

- Hola, tío - saludo ella y acepto el abrazo que el ofrecía - Puedes pasar, aparte una mesa para ustedes en el centro. Los atenderán rápido y además están alejados de las bocinas de la música.

El asintió y camino hacia la mesa, mientras que el resto de la familia se quedó felicitando a los novios.

Con el paso del tiempo Aiura Mikoto se acercó a la mesa para felicitar a los novios. Y detrás de ella llego Teruhashi Kokomi, quien abrazo a la de cabello verde y después dejo un beso un sus labios.

OPHELIA | Saiki Kusuo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora