Jearmin one shots

A stormy night

Sólo quiero aclarar que es mi primera vez traduciendo y qué no estará traducido de forma literal.
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Una noche de tormenta

Resumen: Armin oye a Jean quejándose en sus sueños. Asumiendo que es debido a la tormenta, va y se acurruca a su lado.

Los ojos de Jean se abrieron de golpe ante el fuerte estruendo que atravesó la habitación. "Maldición, ¿es eso un trueno?" Al momento que intentó sentarse en la cama un peso extra lo mantuvo en su lugar.

"¿Qué carajos?" Miró hacia abajo para ver que era lo que lo estaba sosteniendo notando una cabellera rubia asomándose por debajo de las mantas.

¿Armin? ¿Qué estaba haciendo Armin en su cama a esa hora? Si alguien los escuchaba — o veía, en realidad — serían la burla de sus compañeros de escuadrón por al menos una semana.

"Armin..." Jean lo llamó con cuidado, alzando la voz sólo lo suficiente para que le escuche, pero sin llegar a formar un susurro inaudible. Se preguntó si el chico si quiera lo lograría oír con la fuerte lluvia golpeando la ventana.

"Armin, despierta." Esta vez agitó su hombro. Armin se movió un poco y después de un momento se inclinó para mirarlo con sus ojos bien abiertos. Pudo apreciar el tono azul profundo de sus orbes fácilmente incluso contra la ausencia de luz en la habitación. Jean notó que estaba somnoliento.

Maldita sea, Armin. No es momento de verse tan tierno.

Aún así Jean no pudo evitar soltar un pequeño 'aw' hacia él, resistiendo el impulso mordaz de simplemente inclinarse y besarlo en los labios.

"¿Ocurre algo?" Armin susurró, sus palabras claramente mezcladas con el sueño. "¿El capitán Levi necesita que hagamos algo...?"

Jean negó con la cabeza lentamente y se apoyó en sus codos. "No, nada de eso... sólo ¿por qué estás en mi cama?" Lo miró con los ojos entrecerrados. "Sabes que aún no estoy listo para que los demás sepan de nosotros. ¿Qué pasa si alguien nos ve?"

Sus palabras parecieron romper algo en Armin. El rubio se mordió el labio inferior, sin realmente hacerse daño.

"Lo siento. Es solo que..." Apartó la mirada de él. "Había una fuerte tormenta y tú te quejabas mientras dormías. Parecía como si estuvieras teniendo un mal sueño".

Jean suavizó su semblante ante las palabras del otro, sólo un poco. Quería sonreír, pero el peligro de que los atrapen le impedía hacerlo.

"¿Eso es todo? ¿En serio?" ¿Sabía Armin el miedo mortal que tenía a las tormentas? Maldición. "No tenías que hacer eso, ¿sabes?"

"...Sí, tienes razón." Armin mantuvo la mirada apartada y retrocedió un poco. "Lo siento", retiró la manta, suspirando mientras hacía un movimiento para salir de la cama. "Fui imprudente..."

Jean se sintió un poco mal. Sabía que la intención de Armin sólo había sido consolarlo y, sin embargo, ahí estaba, dejando que su orgullo lo hiciera hacer algo que realmente no quería. Otra vez.

Soy tan idiota... Levantó la mano para golpearse ligeramente la sien, luego siguió observando al rubio mientras se arrastraba fuera de la cama. Miraba hacia el piso para no hacer muy evidente que habían herido sus sentimientos.

De repente, Jean recordó todos los momentos en los que había rechazado al rubio únicamente por temor a que alguien se enterara. Podía darse cuenta de lo herido que estaba Armin por sus acciones, sí, pero su estupidez siempre le impedía hacer algo al respecto. Y después de lastimarlo, esperaba hasta que estuvieran libres para disculparse, a lo que Armin siempre lo perdonaba.

Se preguntó cuánto tiempo más el rubio podría seguir así.

"...Espera, Armin." Jean suspiró, ya no le importaba si despertaba a los otros compañeros de litera.

En cuanto escuchó la orden Armin dejó de moverse por completo, se quedó de pie junto a la cama con los brazos abrazando su cintura. "¿S-sí?"

Jean se frotó la nuca con la mano mientras se sentaba, moviendo las piernas por el costado de la cama para que las rodillas de Armin tocaran las suyas. Lo miró a los ojos mientras hablaba, su voz un poco más fuerte que antes.

"Lo siento. Sé que... — suspiró — por favor quédate conmigo, ¿de acuerdo?"

Los ojos de Armin se abrieron ante la petición. Estaba aturdido, pero aun así asintió, inclinándose hacia adelante para descansar sus manos sobre los hombros de su amante, con una sonrisa dibujada en sus labios cuando los fuertes brazos de Jean se aseguraron alrededor de su cintura.

"¿Qué pasa si alguien escucha?" susurró suavemente y se inclinó, sentándose a horcajadas sobre las piernas de Jean y colocando sus palmas en la parte posterior de su cuello.

"Ahora, es lo que menos me importa". Jean pasó sus manos por la columna contraria, sintiendo el pequeño cuerpo bajo sus dedos mientras le plantaba un beso en los labios. Fue entonces cuando se dio cuenta de que ver feliz a Armin significaba mucho más para él que su estúpido orgullo.

"Estar contigo no es algo de lo que deba avergonzarme, ¿verdad?"

La sonrisa de Armin creció ante sus palabras. "Jean..." Se inclinó y frotó su cara contra su cuello respirando ese aroma que tanto amaba. "Gracias."

El trueno que nublaba sus sentidos les hizo imposible escuchar los pasos de Connie acercándose desde el lado opuesto de la habitación.