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Habían pasado poco más de diez minutos y su mirada seguía pegada a la pantalla de su celular, en la cual podía leerse un número de teléfono que no se había atrevido a marcar. Se mordió el labio con nerviosismo. Había llamada ya, básicamente, a todos sus compañeros de generación, ¿por qué con él tenía que ser diferente?
Miró de nuevo el anuario que estaba frente a ella, sobre su escritorio, recorriendo con los ojos la lista de nombres, una vez más. Shim Jake. Tan sólo leer su nombre hacía que se le pusieran los pelos de punta. Y no lo entendía, porque ni siquiera recordaba haber tomado clases con él, luego de eso, lo había visto solamente una vez, y su encuentro no había salido de la mejor manera. Pero había algo en él que la hacía sentir inquieta, o tal vez sólo le había parecido demasiado guapo.
Sacudió la cabeza, sacando de su mente las atractivas facciones del chico y sostuvo su celular con un poco más de fuerza, dispuesta a llamar, por fin. Presionó uno de los botones y, con el corazón latiendo fuerte en su pecho, colocó el auricular sobre su oreja. Un timbrido se convirtió en seis, hasta que una voz interrumpió sus pensamientos.
-¿Hola?
-Hola, ¿hablo con Shim Jake?
Su voz estaba amenazando con cortarse, haciéndola sentir un poco ansiosa.
-¿Quién llama?
-Mi nombre es Shin Ryujin, fuimos juntos a la escuela.
Soltó un poco del aire que no sabía que había estado conteniendo en los pulmones. Una parte de ella esperaba que el chico pudiera reconocerla.
-Oh, Jake olvidó su teléfono en mi habitación, pero, si quieres, puedo darle tu mensaje.
De repente, una oleada de decepción recorrió su cuerpo. Tenía que ser sincera, le había emocionado la idea de hablar con él.
-Si no es mucha molestia, ¿podrías decirle que habrá una reunión de ex-alumnos de la secundaria Kumho la próxima semana?
-Claro. ¿Quieres darme la fecha y dirección exactas o prefieres enviarlas en un mensaje para que lo vea Jake después?
La amabilidad en la voz del chico le erizó la piel, pero decidió ignorar aquella extraña sensación que le estaba provocando.
-Creo que será mejor si le envío los datos en un mensaje, así no te molesto más.
El chico rió un poco.
-No es molestia. Me aseguraré de pasarle tu mensaje a Jake.
-Gracias. Y, si quieres, puedes venir a la reunión también, admitiremos invitados.
-Te agradezco por la invitación. Nos vemos luego, Ryujin.
-Hasta luego...
Hizo una pausa, esperando a que el chico le diera su nombre.
