◢Capitulo 3 la "sombra" ◣

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Esteban

Al acercarme a la casa vi una silueta, no sé si era por tanto correr, pero no la diferenciaba, me asusté pensando que era el padre de Beatriz, pero suspiré aliviado cuando vi que solo era el vecino.

Pero, ¿Qué hacía en la casa de Beatriz? -Me paré en seco.- ¿Qué hace?

¿Acaso fue a ver a Beatriz?, tengo varias preguntas, se veía muy sospechoso, pero traté de suponer que tuvo curiosidad por ver a alguien correr con miedo o como se habrá visto Beatriz cuando llegó a su casa.

Horas antes.

Beatriz

No me sentía segura estando en este cuarto, aunque era cálido... es de Esteban... Siempre se me hizo curioso, aunque ya lo conozco de hace años. Madre mía, no entiendo. ¿En serio me gusta alguien más que no sea mi chico? No lo sé. Me sentía sucia, asquerosa, floja. Amo como me trata Esteban, es atento conmigo. Me agrada... obviamente, pero...no de esa forma, aunque no sé cuál ja, ja, ja. Estaba devastada con un asqueroso olor, derretida, quería irme, pero una parte de mí no quería.

Prefería estar aquí con Esteban que con ese hombre... le tengo una rabia, mucho desprecio, tenía tantas emociones negativas encontradas. Quería darme un baño para quitarme esto, pero no quería ser molestia, él ya tenía que aguantarme. Lo que ya me tendrá un poco calmada es que papá estará en la cárcel, o a menos que yo negué en la corte, pero... no quería eso, al ser menor de edad puede que me quede en un orfanato, si esta noticia llega lejos tendré miradas en la escuela, no quiero eso. Tome la decisión de irme, de escapar no quiero meter a Esteban en problemas.

Quité las sábanas que me cubría de la cintura hacia abajo, me senté en la cama. Pensé en hacerlo o no. Eché un vistazo a la ventana y bingo estaba abierta, me acerqué y la abrí por completo, no era un espacio que cabía el cuerpo muy fácilmente, así que intenté  salir sin lastimarme.

Caí sobre arbustos,  para mi suerte no tenían espinas o eso creo. Me dediqué a caminar hasta mi casa, aunque sabía en el fondo que me recordaría a mi padre y me sentiría con miedo, pero quería irme. No tenía dinero, estaba abandonada, huérfana, sucia.

Caminé un poco más rápido, ya que estaba más oscuro; parecía se hubiera ido la luz, me asusté. Tarde mucho en llegar a casa, solo sé que me fui a medio día y llegué casi a las 6 pm, aunque estaba cerca de la casa de Esteban y sabía dónde quedaba mi casa, pero me perdí y que fui por otra calle, me había dado cuenta tarde.

Aunque ni era de noche,  estaba un poco oscuro,  y daba peor impresión por la mala iluminación. No me gustaba mucho la oscura noche. Ya casi llegaba a casa no estaba lejos, no recordaba si había traído mi celular, solo me dediqué a caminar. Al llegar a la puerta vi un hombre parado, creí que era mi padre, pero recordé que él ya no estará.

Pero al acercarme solo se trató de Steven, mi vecino, aunque no me caía del todo bien, se me acercó y me dijo gritando-! POR DIOS SANTÍSIMO, ¡¿QUÉ TE PASÓ?!, POR QUÉ ESTÁS ASÍ? - dio un suspiro sordo antes de volver a hablar- ¿Dónde estabas? Te he estado buscando por todos lados- fruncí el ceño, - ¿desde cuándo te preocupas por mí? ¿Y para qué me necesitas? Acabo que no te ayudaré estoy en malos momento como para estar escuchando tus problemas. -dije con disgusto- eh p-pues la verdad es que... se me hacía raro que no estarás en tu casa, y me preocupé- dijo con un poco de nerviosismo.

Lo vi por unos minutos, ¿Qué quería?, ¿No verme en mi casa? ¿Acaso me espía? - sabes qué? - dije. - no estaré otro minuto más aquí contigo, no estoy siendo grosera contigo solo no me agradas y ya. -dije, ya casi entraba a la casa cuando sentí un jalón de la blusa- (demonios me estaba congelando, solo quiero entrar).

E-es-espera, mm... sé que no te agrado y lo acabas de mencionar ja, ja, ja. - se le veía nervioso- quería invi- no termino de decir la frase por una interrupción.

Esteban

Al estar más cerca de la casa de Beatriz vi una sombra, le metí rapidez, la tenía del brazo y sin suéter, ¿ella muriéndose de frío y así la trata?, que odioso, me acerqué más. Parecía que estaban hablando, pero Beatriz se le veía incómoda.

Lo que los interrumpí- ¡¿POR DIOS BEATRIZ, COMO SE TE OCURRE SALIRTE DE CASA?! ME ASUSTE- le dije poniendo mis manos en cada hombro, se le veía cansada, asustada, suspiré y la abracé,  escuche que el otro tipo suspiró molesto,  y se fue. -No hagas eso Beatriz... Por favor, eres importante para mí- sentí que correspondió el abrazo le di mi chaqueta y entramos, ella se metió a bañar mientras veía que podríamos comer,  no volveríamos a mi casa, la comida fría, asquerosa. No había mucho en los estantes solo botellas, algunas vacías y otras llenas, opté por hacer unos lonches,  tenía dinero así que fui a la tienda por algunas cosas para hacer los lonches.

Rato después.

Llegue a casa de Beatriz después de compras, escuche algunos ruidos en la habitación, entré y Me alivié. Estaba un jarrón tirado,  ¿Qué habrá pasado? Me acerqué a Beatriz.

Olía a cereza, estaba parada viendo los pedazos de jarrón sueltos con la mirada apagada. La tomé del brazo e hice que me viera a los ojos. - que paso? -dije con calma- te lastimaste o algo?- negó con la cabeza y desvío la mirada. - cuando salí del baño puse mi toalla arriba del jarrón y se rompió, pero no lo había visto, perdóname- dijo, se le veía más en confianza, con el pelo mojado su cara sin expresar emociones, me preocupaba y se veía hermosa aunque no expresaba nada, su bella cara estaba concentrada en los pedazos. -dios cuanto me gustas Betty. - pensé, obviamente no se lo diría que vergüenza, no le quería dar mal rato.

Ya habían pasado unas horas desde que comimos. Estábamos viendo TV, sentí un peso en mi hombro, quedé tieso sentí mis mejillas un poco arder, la quería llevar a su cuarto, pero... me daba vergüenza.

No me resistí y la carga como princesa, tenía rato de no venir a su casa, más porque su padre no me dejaba entrar o me decía que no estaba en casa.

La recosté. Que hermosa se ve dormida. Me da temor que se vaya de nuevo y la rapten, escuché el timbre, no era tarde, pero no se me hacía raro que tocaran, eran las 6 o 7 de la noche, podría ser un vendedor o se habrán equivocado de casa.

Estaba acercando cuando empezaron a golpear la puerta,  eso se me hizo sospechoso y muy habría un poco la cortina de la ventana, - dios que desesperante es este tipo.

- pensé con molestia, era el vecino de antes ¿ahora que quiere?

•El cerezo Morado•Where stories live. Discover now