Todo aquello que nunca dije || SNK [ Riren ]

5. Tschüss, Schatz

"Adiós, amor"

—Eren...

El eco de aquel nombre resonó en cada rincón del solitario lugar en el que se encontraban. Levi sentía la garganta cerrada, los ojos acuosos y las piernas ansiosas por correr hacia él, ignorando por completo la debilidad de su cuerpo.

¿Qué carajo importaba eso cuando por fin, después de tanto implorar, tenía frente a frente a ese crío latoso y escurridizo?

El mencionado se detuvo a unos pocos pasos de distancia, y bajo la atenta mirada grisácea, sonrió levemente, asemejándose más a una mueca de dolor que a una sonrisa real. Lentamente, elevó su mano derecha empuñada, formando el saludo que tan bien conocían ambos.

—Capitán —respondió con una voz mecánica, carente de cualquier emoción.

Aquello, causó una dolorosa punzada en el pecho del mayor. ¿Cuánto tiempo ha pasado desde que pudo maravillarse con una sonrisa real del ojiverde? No una mueca, no una imitación barata de la verdadera sonrisa tan resplandeciente como el mismo sol; no unas comisuras levemente elevadas, pero tensas por completo, inquietas.

La respuesta llegó a su mente al instante.

Años. Desde hace años no ha podido ver un gesto de felicidad genuina en el más joven. Y caer en cuenta de aquello, le dolió más que nunca.

¿Cómo se supone que no debía de sentir que el alma se le quebraba en incontables pedacitos, cual delicada figura de vidrio, si tan solo hace un par de minutos atrás había recordado lo imbécil que fue al rendirse así sin más frente al ridículo miedo de ser rechazado?

Porque algo le dice que pudo haber hecho más, mucho más.

Después de haber visto todo lo ocurrido a lo largo de aquellos días en los que convivió con Jaeger, algo dentro suyo se agitó, algo pareció despertar en su ser, gritando con insistencia que él pudo actuar, que pudo marcar la diferencia y hacer algo que impidiese la caída de la vida de Eren a lo más profundo de la desgracia.

Por más de cuatro años no tuvo los suficientes pantalones como para plantarse frente al castaño y decirle la verdad que merecía saber. Ahora sería distinto. Muy posiblemente esta sería su ultima oportunidad de hablar con Eren, quizá ese encuentro ni siquiera estaba ocurriendo en realidad y todo aquello no era algo más que un sueño creado por su mente, pero daba igual.

A la mierda todo.

—Tch, mocoso idiota.

Un quejido brotó de los labios de Eren cuando el puño del azabache impactó contra su rostro inesperadamente. Cayó al suelo, aún aturdido, solo para segundos después ser bruscamente jalado de las solapas del suéter que portaba.

Sus piernas tambalearon por un momento a causa de la confusión que sentía. Levi seguía aferrado con una mano a su prenda, manteniendo la vista gacha. Los mechones de cabello caían por su frente con total libertad, cubriendo el rostro el mayor parcialmente, e imposibilitando el contacto visual.